Un robot autoestopista llamado HitchBot realizo un viaje haciendo dedo desde la costa atlántica de Canadá al otro extremo de dicho país, sólo para evaluar la relación entre humanos y robots

Colocado al borde de la carretera el 27 de julio en Halifax, ciudad costera y capital de la provincia de Nueva Escocia (este), HitchBot recorrió por su cuenta poco más de 6.000 kilómetros y llegó a Victoria, capital de la Columbia Británica, sobre la costa pacífica.

El divertido autoestopista atravesó el país de este a oeste sin dificultad gracias a que curiosos automovilistas lo subían a bordo para llevarlo algunos kilómetros e, incluso, en una ocasión, a lo largo de un trecho de cerca de 1.000 kilómetros.

Se trata de una iniciativa de un grupo de investigadores de la universidad Ryerson de Toronto.

“Este proyecto pone en cuestión nuestro miedo a la tecnología y nos plantea la pregunta: ‘¿Pueden los robots confiar en los humanos?’”, dijo a la AFP Frauke Zeller, uno de los creadores de HitchBot, al principio de la travesía.

“Nuestro objetivo es promover el debate en la sociedad respecto a nuestra relación con la tecnología y los robots”, agregó.

Para celebrar el éxito del viaje, el robot, equipado con botas de goma amarillas, flotadores de piscina por brazos y piernas y diseñado para ser totalmente dependiente de la gente, tenía que estar presente el jueves en Victoria.

La fiesta de recepción era organizada por la galería Open Space, que promueve el arte experimental.

Los investigadores analizarán los comentarios publicados en las redes sociales durante todo el recorrido para ver qué se puede conjeturar acerca de los comportamientos de la gente relativos a las interacciones entre humanos y robots.