Estados Unidos y sus aliados occidentales buscan una respuesta conjunta a la amenaza del Estado Islámico (EI), tras el asesinato de un periodista estadounidense y el fallido intento de rescatar a un grupo de rehenes en Siria.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rindió homenaje el miércoles desde su lugar de vacaciones al periodista James Foley, secuestrado en noviembre de 2012 en el norte de Siria y asesinado por militantes yihadistas del EI que mostaron su decapitación en un video.
Obama hizo un llamamiento a “los gobiernos y pueblos de Medio Oriente” para luchar contra el estado islámico que conquistó gran parte de Siria y está creciendo rápidamente en Irak para “para extraer este cáncer a fin de que no se extienda” .
Por su parte, el presidente francés, Francois Hollande, pidió el jueves a una movilización internacional amplia.
“Esto no es sólo un grupo terrorista como por desgracia hemos conocido, dispersado, esparcido, con varios jefes, es una organización terrorista que ha decidido esclavizar, aniquilar, destruir,” dijo durante una visita a la Reunión, en el océano Índico.
“Si el mundo no se organiza en relación con este grupo, habrá otras imágenes horribles”, sostuvo en referencia a su propuesta de una próxima conferencia internacional “contra el Estado islámico y en especial para la Seguridad en Irak”.
Estados Unidos ya realiza ataques aéreos contra los yihadistas en el norte de Irak desde el 8 de agosto y el presidente Obama ha prometido un compromiso continuo. “Cuando los estadounidenses son afectados en alguna parte, hacemos lo que sea necesario para que se haga justicia”, ha dicho.
Pero poco después de sus declaraciones, el Pentágono y la Casa Blanca concordaron en haber sufrido una derrota militar “a principios de este verano” en Siria.
Revelaron también que una operación se realiza para rescatar a “cierto número de estadounidenses tomados como rehenes en Siria” por el grupo yihadista, pero habían fracasado, “porque los rehenes no estaban presentes” donde pensaba la inteligencia norteamericana.
Es la primera vez que Estados Unidos divulga una operación de este tipo sobre suelo sirio desde el inicio del conflicto bélico interno desatado en marzo de 2011.
Según el Washington Post, varias decenas de militares estaban involucrados y entre los rehenes estaba el difunto James Foley.
El ejército estadounidense anunció por su parte que una nueva ola de 14 atentados habían sido llevado a cabo en las últimas 24 horas. Un alto funcionario indicó que el Pentágono planea enviar 300 soldados más a Irak, donde ya hay 850 soldados y asesores militares, poco más de dos años y medio después de la retirada de las tropas estadounidenses de ese país.
Seis nuevos ataques este jueves
Aviones estadounidenses realizaron seis nuevos ataques contra posiciones del Estado Islámico (EI) en los alrededores de la estratégica represa de Mosul, en el norte de Irak.
Desde el inicio de los bombardeos estadounidenses en el área, el 8 de agosto, 90 ataques fueron llevados a cabo en Irak, de los cuales 57 fueron en las inmediaciones de la represa de Mosul, la segunda ciudad del país, detalló el Comando Central (Centcom) militar en un comunicado.
La presa fue tomada el domingo de manos del EI por las fuerzas kurdas e iraquíes.
Precisamente, el ministro de defensa de Estados Unidos Chuck Hagel y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Martin Dempsey, darán una rueda de prensa sobre este tema el jueves a las 19H30 GMT, informó el Pentágono.
“EI no tiene un lugar en el siglo XXI”
En el video que muestra el asesinato de James Foley por decapitación, cuya autenticidad fue confirmada por la Casa Blanca, los yihadistas amenazan con ejecutar un segundo rehén estadounidense, Steven Sotloff, también periodista, si el bombardeo norteamericano continuaba.
Obama consideró que el EI, que busca establecer un califato en Irak y Siria, “no tiene un lugar en el siglo XXI” y que el grupo islamista radical “no habla en nombre de ninguna religión” .
El secretario general de la ONU Ban Ki-moon denunció como “crimen abominable” la ejecución de Foley.
El video publicado en internet titulado “Mensaje a Estados Unidos” muestra a un hombre que habla inglés con acento británico, enmascarado y vestido de negro, que parece cortar la garganta de James Foley, secuestrado en noviembre de 2012 en Siria.
El primer ministro británico David Cameron declaró que era “cada vez más probable” que el individuo no identificado sea británico.
Las imágenes de la ejecución provocaron el inicio de una movilización más amplia en países occidentes y causaron conmoción incluso al país musulmán más poblado del mundo, Indonesia.
El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, cuyo país practica un islamismo moderado, encontró la violencia yihadista “humillante” para los musulmanes.
“Es algo chocante, fuera de control”, dijo al periódico The Australia, al tiempo que llamó “a todos los dirigentes a replantearse su forma de luchar contra el extremismo”.
A su vez, Francia dijo que considera una “estrategia integral” contra un “cuasi-estado terrorista”, mientras que los gobiernos en Berlín y Roma estaban dispuestos a hacer lo mismo que Washington y París, entregar armas a las fuerzas kurdas para ayudar a repeler la ofensiva yihadista en el norte de Irak.
El jefe de la Interpol, Ronald Noble, declaró que la participación probable de un británico en la muerte de Foley “subraya una vez más la necesidad de una respuesta multilateral contra la amenaza terrorista de combatientes radicales transnacionales”.