La compañía administradora de la central accidentada de Fukushima admitió este miércoles que varios depósitos de agua radiactiva utilizados son de segunda mano, y además similares a los que dejaron escapar el año pasado 300 metros cúbicos de líquido radiactivo.
Tokyo Electric Power (Tepco) lo confirmó a la AFP tras la publicación de una información en primera plana del diario Mainichi Shimbun.
“Es exacto que algunos depósitos son de segunda mano”, explicó un portavoz, que no precisó su número. Según el diario, serían entre 20 y 30.
“Lo que cuenta para nosotros no es que sean nuevos o no lo sean, sino que puedan aguantar cinco años”, justificó el portavoz.
Sin embargo, una persona relacionada con el fabricante, una pequeña empresa de Tokio, afirmó al Mainichi que la empresa “no garantiza que los depósitos en cuestión puedan almacenar un líquido sin ningún escape durante ese periodo”. “Sabemos que el punto débil son las juntas pero podemos cambiarlas por nuevas”, agregó el portavoz.
Más de mil depósitos de diversos tipos provenientes de varios constructores son ensamblados en zonas despejadas alrededor de los reactores de la central, entre ellos unos 330 similares al que tuvo escapes en agosto de 2013, un accidente calificado de grave por la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA).
Según las comprobaciones de la AFP, estos depósitos son suministrados por la pequeña empresa Tokyo Kizai Kogyo.
La sociedad declinó responder a la AFP invocando “cláusulas de confidencialidad con Tepco y las sociedades implicadas”. La operadora recurre a los mismos argumentos para no nombrar nunca a esta empresa.
El pedido de depósitos se hizo con carácter urgente unas semanas después del accidente por una firma creada por Tepco y el grupo de obras públicas Taisei Construction, según un vicepresidente de Tepco, Zengo Aizawa.
Sin embargo, parece que para acortar los plazos de entrega de los primeros ejemplares, el fabricante optó por suministrar primero unos modelos de segunda mano que había alquilado antes.
Estas enormes estructuras de 11 metros de altura y 12 metros de ancho las más importantes, pueden almacenar cada una hasta mil toneladas de agua (la tercera parte de una piscina olímpica). Constituidos por planchas de acero, estos depósitos son ensamblados y sellados en el lugar mismo, con juntas de caucho expandido.
“Los modelos fueron elegidos porque podían ser entregados y montados rápidamente”, admitió Tepco.
La compañía reconoció además que “el depósito que tuvo un escape fue instalado primero en otro punto de la central”, al igual que dos más. Pero en ningún momento hasta el artículo publicado este miércoles por Mainichi había mencionado la compañía que algunos eran de segunda mano.