El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, calificó este lunes como una “verdadera masacre” el ataque armado perpetrado el sábado por desconocidos contra una caravana de simpatizantes sandinistas, que dejó cinco muertos y 28 heridos, de acuerdo con el nuevo saldo oficial.
Lo que ocurrió “fue una verdadera masacre” que ha recibido “una condena nacional”, repudió Ortega durante un acto litúrgico en memoria de las víctimas celebrado en la Casa de los Pueblos (centro de convenciones del gobierno) en Managua, transmitido por medios oficiales y progubernamentales.
Personas desconocidas abrieron fuego la noche del sábado en el departamento de Matagalpa (norte) contra autobuses que trasladaban a sus casas a simpatizantes sandinistas que regresaban de la celebración del 35 aniversario de la revolución de 1979.
Los civiles fueron “emboscados sobre la carretera con fusiles y escopetas” por hombres que “dispararon sobre los buses que transportaban parte de las familias que habían venido aquí (a Managua) a la celebración”, dijo Ortega.
El ataque dejó cinco muertos -entre ellos dos mujeres- y 28 heridos, de los cuales 19 fueron por arma de fuego y el resto personas que resultaron lesionadas dentro de los autobuses cuando trataban de huir de la emboscada, precisó el mandatario.
Estos “hermanos” nicaragüenses fueron “víctimas de la violencia, de la irracionalidad (..)¿A quién le habían hecho daño con venir aquí a la plaza a celebrar?”, cuestionó el presidente.
La policía atribuyó el ataque a grupos “asesinos” que no han sido identificados.
“Son manifestaciones de rencor, de odio” ejecutadas por personas que “son minorías, es cierto, pero que están ahí, latentes, y que de repente salen con actos abominables como estos”, lamentó Ortega.
El mandatario llamó a sus partidarios a no tomar represalias y dejar que las autoridades investiguen y lleven a los tribunales a los responsables del crimen.
“Aquí no se trata de ir por la venganza. Si cogiéramos el camino de la venganza estaríamos traicionando los compromisos que hemos asumido con la paz (..) esta tragedia no debe llevarnos a alimentar rencor y odio en nuestros pechos”, insistió.