Vecinos de Ránquil, la empresa Celulosa Arauco y las seremis de Salud y Medio Ambiente conformaron una mesa de trabajo para dar solución a una serie de inquietudes de la comunidad que se ve afectada por el funcionamiento de la planta Nueva Aldea.
Este lunes tuvieron su primer encuentro en Concepción, algunos con la idea de realizar duras exigencias a la empresa, otros con una actitud más de diálogo en torno a las incertidumbres ambientales que les ha significado vivir en las cercanías de esta planta de celulosa que hace casi una década inició sus operaciones en la zona de Ránquil.
Para el seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas, son aspectos tales como el tráfico vial, el tema laboral, falta de agua, molestias ocasionadas por incidentes operacionales, los que serán tratados en esta mesa, pues lo relativo a emisiones contaminantes y ruidos, está incluido en resolución de calificación ambiental cuyo cumplimiento fiscaliza la Superintendencia del ramo.
El grupo de pobladores de Ránquil fue encabezado por el concejal y vecino de la zona, Víctor Rabanal, quien explicó que están permanentemente sometidos a las molestias de la empresa.
A juicio de todos los asistentes, la forestal mostró disposición a avanzar en la solución de todos los inconvenientes. El subgerente de Asuntos Públicos de Arauco, Patricio Eyzaguirre, aseguró que la gente puede estar tranquila.
Por su parte el diputado DC, Jorge Sabag, también participó en el encuentro y sostuvo que la planta debe ser obligada a cumplir con los vecinos.
El parlamentario sostuvo que por ejemplo en junio volvió a operar el ducto de riles al mar que el año pasado tuvo la última de una serie de filtraciones y desperfectos que ha presentado durante su funcionamiento.