Un líder separatista descartó el viernes un alto el fuego en el este de Ucrania exigido por Estados Unidos y Europa tras la tragedia del avión malasio, pero dijo que los insurgentes prorrusos dejarían acceder al lugar a los investigadores.
“No habrá alto el fuego pero permitiremos que los expertos accedan al lugar de la catástrofe”, declaró el “primer ministro” de la “república autoproclamada de Donetsk”, Alexandre Borodai, durante una rueda de prensa en Donetsk.
Precisó que estuvo en contacto con autoridades en Holanda, de donde despegó el avión con 298 personas a bordo, y en Malasia. “Nos piden que dejemos el lugar tal cual está, o sea que por el momento no tocamos nada”, subrayó.
También señaló que no disponía de suficientes neveras para guardar los cadáveres (se han encontrado 181) en Donetsk, capital de la zona rebelde.
“Si pueden ser llevados a Jarkiv [este de Ucrania], sería una solución”, subrayó.
Alexandre Borodai rechazó la responsabilidad de los rebeldes en la tragedia, al subrayar que las armas que poseen sólo permiten disparar contra aviones que vuelan a 4.000 metros como máximo y no 10.000, altitud a la cual volaba el avión malasio.
“Nuestras armas no van más allá de 4.000 metros, no tenemos [misiles] Buk, ninguno en absoluto”, dijo.
Algunos responsables ucranianos afirmaron que el avión fue derribado por un misil Buk suministrado por los rusos a los insurgentes.