La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos autorizó el martes la primera ejecución prevista en el país desde la muy controvertida realizada en el estado de Oklahoma hace siete semanas.

El máximo tribunal rechazó los dos últimos recursos presentados por el condenado a muerte Marcus Wellons, asesino de una adolescente, cuya ejecución permanece programada para la noche del martes, informó un portavoz.

De ocurrir, la ejecución de Wellons (58 años), programada en el Centro Penitenciario de Jackson (Georgia, sureste), será la primera desde la de Clayton Lockett, quien murió en medio de un sufrimiento visible el 29 de abril en Oklahoma (centro-sur).

Desde entonces, las cinco ejecuciones previstas con inyección letal fueron suspendidas.

Lockett murió 43 minutos después de la inyección de un nuevo cóctel letal, frente a los diez minutos que dura habitualmente el proceso. La autopsia reveló que el personal responsable de la ejecución no había conseguido poner la intravenosa y después de varios intentos fallidos, había perforado la vena femoral.

La Suprema Corte también debe expedirse sobre la ejecución en Misuri (centro) de John Winfield, prevista en un plazo de 24 horas a contar desde la 00H00 locales (05H00 GMT) del miércoles. Winfield, hallado culpable del asesinato de dos mujeres, también apeló el fallo.

Como Oklahoma, Georgia y Misuri cuentan con una ley que mantiene en secreto todo el procedimiento de inyección letal.

Georgia utiliza el anestésico pentobarbital, aparentemente fabricado por una farmacéutica no homologada a nivel federal.

Pero “no tenemos suficiente información acerca de dónde obtienen el pentobarbital, lo cual es un gran problema”, dijo a la AFP la experta Deborah Denno, de la universidad de Fordham. “Ni siquiera sabemos cómo está formado el equipo que realizará la ejecución”, agrega.

Una tercera ejecución está programada para el miércoles a las 22H00 GMT en Florida (sudeste).

“Estas tres ejecuciones serán las primeras desde la ejecución desastrosa de Oklahoma que generó repudio”, dijo Richard Dieter, director del Centro de Información sobre la Pena de Muerte.

Sin embargo, “la investigación sobre esta ejecución está lejos de terminar y la evaluación nacional de todos los procedimientos apenas comenzó. Realizar más ejecuciones parece precipitado en tanto no se sabe nada más acerca de qué salió mal en Oklahoma y cómo remediarlo”, dijo a la AFP.

Wellons fue condenado a muerte por el asesinato en 1989 de una adolescente de 15 años, vecina y amiga íntima del hijo de su compañera. La secuestró cuando se dirigía a la escuela, la violó y estranguló con un cable de teléfono, antes de ocultar su cuerpo desnudo y lleno de cicatrices en una zona boscosa cercana.

Winfield, de 43 años y también negro, disparó a su expareja, a quien le causó ceguera, e hirió mortalmente a la hermana y una amiga de la mujer.