Unos 600.000 evangélicos participaron en la “Marcha de Jesús”, el sábado en Rio de Janeiro, mostrando el auge de las iglesias evangélicas en el país con más católicos del mundo.
Ritmos de rock cristiano, gospel y hip-hop partían de ocho grandes camiones con sonido que participaron en la marcha en una gran avenida del centro de Rio de Janeiro.
“Pertenezco a Jesús. Soy un campeón”, fue el lema de la marcha que adoptó así el Mundial de Fútbol que se inaugura el 12 de junio en Brasil. Muchos llevaban la frase en sus camisetas con los colores de la selección (amarillo, verde y azul).
La policía informó que unas 600.000 personas participaron del encuentro, que es anual en varias ciudades del país.
“Estamos aquí representando a nuestra religión y mostrando el poder de la población evangélica, que está creciendo”, dijo Jardson Carioca, un conductor de autobús de 30 años.
El 57% de los 200 millones de brasileños se declara católico, una reducción dramática sobre el 92% de 1970.
En ese período, los que se declaran evangélicos han pasado de 5,2% a 28% en la actualidad.
La concentración religiosa de los evangélicos contrastaba con las recientes protestas contra los gastos públicos en los estadios de la Copa del Mundo y por mejoras salariales protagonizadas por movimientos sociales y sindicatos en las últimas semanas.