Cachaza (aguardiente de caña) y cannabis se mezclan en la “Pituconha”, una bebida fabricada en una pequeña ciudad del noreste brasileño y que está destronando a la tradicional caipirinha.
Este nuevo cóctel está de moda y es el gran “souvenir” de quien visita Cabrobó, ciudad de 32.000 habitantes a 530 km de Recife, una de las 12 ciudades sedes del Mundial-2014 (estado de Pernambuco, noreste).
Se puede tomar un ‘shot’ por un real (casi 250 pesos chilenos) o comprar la botella de 965 ml por 30 reales (alrededor de 7.490 pesos), según informó el diario Folha de Sao Paulo este viernes.
Cabrobó es una región conocida por su producción de marihuana. La bebida se comercializa principalmente en pequeñas ventas de pinchos de carne en la carretera que bordea el río San Francisco.
La botella de “Pituconha”, que tiene 40 grados de alcohol etílico, recuerda a la de la tradicional cachaza Pitú de Pernambuco, que tiene también un camarón rojo en la etiqueta. Sólo que la bebida de Cabrobó le añade en su diseño una hoja de marihuana.
“Aguardiente de caña dulce con raíz de ‘maconha’ (cannabis)”, se lee en la botella, junto a este mensaje: “El ministerio de Transporte advierte: el peligro no es el asno en la carretera sino el burro que está al volante”.
Los asnos son comunes en esa región del noreste brasileño.
Con la cachaza se prepara la tradicional caipirinha, que lleva además limón y azúcar.
Un funcionario de la alcaldía de Cabrobó explicó a Folha de Sao Paulo que algunos habitantes de la región colectan raíces que quedan de las operaciones policiales de erradicación de campos de marihuana, y las venden a los productores de cachaza.
Un saco de 30 kg se paga por 100 reales (11.335 pesos).
La Policía Federal no determinó aún si la bebida es ilegal, indicó Folha. Con todo, un último estudio muestra que la concentración de THC (Tetrahidrocannabinol, principal componente activo del cannabis) en estas raíces es “ínfimo”.