El presidente de Ecuador, Rafael Correa, invitó este sábado al Tribunal de Arbitraje de La Haya a constatar el daño ambiental en la Amazonia dejado por Chevron, que intenta que esa corte obligue al Estado a asumir una millonaria condena en contra de la petrolera.
“Volvemos a invitar al mundo entero, comenzando por los árbitros de La Haya, a venir a nuestra selva a meter sus manos en las piscinas tóxicas dejadas por Chevron-Texaco”, dijo el mandatario al presentar un informe anual de labores en el Congreso.
Agregó que “esas manos, 30 años después de que la compañía dejó el país, saldrán llenas de residuos de petróleo; es la mano sucia de Chevron”.
Indígenas y campesinos ganaron una querella contra la firma estadounidense en la justicia ecuatoriana, que en 2013 condenó a Chevron (que adquirió Texaco en 2001) a pagar 9.500 millones de dólares por contaminación ambiental.
Según la petrolera, que tilda de fraudulento al fallo, Texaco cumplió con la reparación que le correspondía y el daño que denuncia el gobierno de Correa fue generado por la estatal Petroecuador, con la que su filial operó en consorcio.
Chevron, que no cuenta con activos en Ecuador, motivo por el cual los demandantes intentan cobrar la indemnización en otros países donde labora, rechaza por “ilegítimo” el fallo e intenta que el Estado sea obligado por la corte internacional de arbitraje a asumir la millonaria condena.
“Con su prepotencia, sus millones y su poder corrupto y corruptor, para evitar su responsabilidad Chevron ha llevado al Estado al Tribunal Arbitral de La Haya en el marco del Tratado de Protección Recíproca de Inversiones firmado con los Estados Unidos”, dijo el gobernante socialista, en el poder desde enero de 2007.
Añadió que la corte se declaró competente para tratar el caso a pesar de que no es un juicio entre el Estado y la transnacional, sino entre privados, lo cual “no es materia de arbitraje”.
Correa, reelegido en 2013 para cuatro años, enfatizó que más aún, Texaco dejó el país en 1992 y el acuerdo sobre inversiones con Estados Unidos es de 1997, es decir que “aplican retroactivamente el Tratado violando principios internacionales del derecho”.
Señaló que el Procurador General de la nación obtuvo “contundentes documentos que demuestran que quien hizo fraude en el juicio de Lago Agrio (Ecuador) es Chevron al hacer inspecciones prejudiciales con peritos propios para tratar de engañar a la corte y realizar los peritajes judiciales donde no existiera contaminación”.
Los “irrefutables” documentos demuestran que Chevron contaminó y sus peritos le informaron del “desastre ambiental”, señaló el gobernante.
Frente al arbitraje que impulsa la petrolera, Correa promueve la campaña “La mano sucia de Chevron”, a través de la cual ha invitado a personalidades y artistas mundiales a visitar la zona de desechos petroleros y sumarse a la “condena moral” contra la empresa.
El miércoles, durante la conmemoración del “día internacional anti-Chevron”, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, dijo que la petrolera abrió unas 1.000 piscinas y fosas en la selva, en las que depositó 64 millones de litros de crudo y 71 millones de litros de residuos sin ningún cuidado para evitar la contaminación.