Varios países prometieron este martes en Oslo entregar más de 600 millones de dólares para luchar contra la hambruna que amenaza a Sudán del Sur, pero, según la ONU, aún se necesitan 660 millones más.

“Esto significa que casi se duplican los fondos disponibles para la crisis humanitaria en Sudán del Sur”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores noruego, Boerge Brende, tras una conferencia de países donantes este martes, refiriéndose a los 600 millones que se prometieron.

Antes de esta reunión, presentada como la de la “última oportunidad” por la Oficina de Naciones Unidas para la ayuda humanitaria (OCHA), sólo se habían juntado 536 millones de dólares, cuando se necesitaban 1.800 millones para el año en curso. Por ende, aún faltan 660 millones de dólares.

“Las reservas de alimentos ya están agotadas en zonas aisladas por el conflicto y los precios (de los alimentos) se han disparado”, estimó la encargada de las operaciones humanitarias de la ONU, Valerie Amos.

Según la ONU, la hambruna amenaza a cuatro millones de personas en Sudán del Sur, país inmerso en una guerra civil desde hace cinco meses.

El martes, Estados Unidos prometió 291 millones de dólares, Gran Bretaña 100 millones y la Unión Europea 55 millones de euros. Noruega, país anfitrión del encuentro, prometió entregar 63 millones de dólares.

El 9 de mayo pasado, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kir, y su ex vicepresidente Riek Machar, que encabeza una rebelión armada desde diciembre pasado, firmaron en Adís Abeba un acuerdo que prevé el fin de los combates. Sin embargo, la tregua duró apenas un día.

Lo mismo había ocurrido con el alto el fuego firmado el 23 de enero pasado.

La guerra civil en la nación más joven del mundo, que se independizó en 2011, ha causado ya la muerte de decenas de miles de personas y más de 1,3 millones de desplazados internos.