Los presos de un penal de máxima seguridad del estado brasileño de Sergipe (noreste) negociaron con la policía la liberación de más de 120 rehenes que tomaron en la víspera, casi todos familiares de prisioneros, y permitieron la salida de un guardia.
“Estamos avanzando. Ya liberaron a un guardia, quedan otros tres, además de los 118 familiares. Se sigue negociando también la liberación de familiares. Esperamos que esto se resuelva durante el día”, informó a la AFP Sandra Melo, portavoz de la administración del penal Advogado Jacinto Filho, ubicado en la ciudad de Aracaju.
Por ahora se contabilizan a 118 familiares y 3 agentes penitenciarios en calidad de rehenes.
Las negociaciones son lideradas por un capitán de la policía militar, y está presente un juez y representantes de la comisión de derechos humanos del Estado, agregó Melo, que representa a Reviver, la empresa privada que coadministra el penal junto con el estado de Sergipe.
El motín se produjo el sábado en uno de los cuatro pabellones del recinto, con 123 prisioneros. Las negociaciones se interrumpieron la noche de ayer y se retomaron este domingo.
Los hechos ocurren a 26 días del inicio de la Copa del Mundo y en medio de una lluvia de protestas por reivindicaciones salariales y oposición a los altos costos que demanda el Mundial (12 de junio al 13 de julio), aunque Sergipe no recibe a ningún partido del torneo.
Melo explicó que los presos que estaban de forma provisoria en el penal y que fueron recientemente sentenciados, reclaman su traslado a otra cárcel. “Este es un penal de máxima seguridad y ellos piden un régimen más flexible”, dijo.
El recinto alberga a un total de 476 reos y no se ha denunciado hacinamiento. La prensa informó que los prisioneros también exigen flexibilidad en las visitas y una mejora en el trato.
Imágenes de la cadena TV Globo mostraron el sábado a un grupo de presos, con uniforme azul, acercándose a conversar con los negociadores.
Un motín similar ocurrió hace dos años en el mismo establecimiento penitenciario y se resolvió en 26 horas.
A la hora de la visita
Según información de prensa, el motín ocurrió al final del ingreso de las visitas y una acción rápida de los agentes y la policía habría impedido que se extendiera a los otros tres pabellones del recinto.
Durante el forcejeo, los presos mataron a uno de los perros que los agentes penitenciarios usan para las revistas, confirmaron las autoridades.
Pese a la situación, la policía considera a los familiares retenidos como “potenciales rehenes”, según dijo el sábado el comandante general de la policía militar de Sergipe, Mauricio Iunes, a G1.
“No creemos que los detenidos vayan a lastimar a sus propios familiares. Ahora, los agentes penitenciarios sí son rehenes porque están siendo amenazados allí adentro”, explicó. De acuerdo con el comandante, es probable que algunos familiares incluso puedan estar allí para proteger a los presos.
A finales de abril seis presos murieron y otros siete resultaron heridos durante un motín en una cárcel del estado brasileño de Bahía.
En Brasil hay actualmente 548.000 presos y hacen falta 207.000 plazas suplementarias para evitar el hacinamiento, según la ONG de derechos humanos Conectas, que trabaja en el tema carcelario.