Evo Morales, presidente de Bolivia, planteó este martes celebrar el próximo 1 de Mayo con programas de industrialización y sin nacionalizaciones, tras estatizar en esa fecha varias firmas extranjeras desde que llegó al poder el 2006.
“Todo nuestro homenaje en el Día del Trabajador: la mejor forma de festejar ahora, ya no es nacionalizando, sino industrializando”, afirmó el Mandatario en la inspección a una planta separadora de líquidos de gas natural en la región de Gran Chaco, en el sur del país.
Morales comenzó su política nacionalizadora justamente el 1 de mayo de 2006, a poco de instalarse en el poder, decretando la transferencia a manos del Estado de toda la riqueza hidrocarburífera, en manos hasta entonces de una docena de compañías, principalmente de España, Brasil, Argentina, Francia y Gran Bretaña.
El gobernante tomó iguales medidas en la misma fecha en 2008, 2009, 2010 y 2013, contra empresas de telecomunicaciones, de distribuidoras de gasolina, hidroeléctricas, de minería, de electricidad, en manos de empresas de Italia, Alemania, Gran Bretaña, Suiza y España.En otras fechas también nacionalizó empresas en otras áreas económicas.
La mayoría de esas empresas fueron transferidas a manos privadas en la década del 90 por gobiernos liberales, durante una ola de privatizaciones.
Morales destacó en su discurso que su gobierno está desarrollando una fuerte política en industrialización de hidrocarburos, al haber invertido unos 1.800 millones de dólares en cuatro plantas de industrialización de gas natural.
“En tema de hidrocarburos hemos avanzado, nos falta en minería. Quiero decir (que) en cualquier momento vamos a sorprender con otros programas y proyectos de inversión en el proyecto minero”, destacó el gobernante.
Morales suele señalar que el crecimiento económico sostenible de Bolivia, que en los últimos años osciló entre el 3,4% y el 6,5%, se debe a la nacionalización de los hidrocarburos.