Seis de los nueve policías militares (PM) que participaron en un intercambio de tiros el martes de madrugada en una favela de Rio de Janeiro, en el barrio turístico de Copacabana, donde falleció un joven bailarín, reconocieron haber disparado, indició este sábado la policía.

La próxima etapa de la investigación será determinar si la bala que mató a Douglas Rafael da Silva Pereira, de 25 años y conocido como “DG”, procedía del arma de uno de estos seis policías o de la de un narcotraficante, según dijo la policía, citada por la página G1 de Globo.

Todos los agentes negaron, sin embargo, haber disparado al bailarín, cuya muerte provocó una serie de disturbios el martes en la favela, 50 días antes del comienzo de la Copa del Mundo en Brasil.

Según el comisario Gilberto Ribeiro, las armas han sido sometidas ya a un primer examen y se le han devuelto a los agentes.

El viernes, la policía civil confirmó que el cuerpo de “DG” fue encontrado con la marca de un tiro en la espalda.

Inicialmente, el organismo había dicho que la muerte del joven bailarín había sido ocasionada “por una caída”.

Douglas Rafael da Silva fue enterrado el jueves entre gritos de “¡Justicia!” y “¡Policía asesina!”, en presencia de 400 personas.

Al final de la ceremonia, los asistentes decidieron regresar caminando a la favela “pacíficamente”, pero hubo varios altercados. Varios jóvenes cortaron la circulación y la policía lanzó bombas lacrimógenas para dispersarlos.

Por su parte, el comisario Gilberto Ribeiro afirmó que “no hubo ningún error en el primer informe de los especialistas desplazados al lugar, cuyo objetivo no es exclusivamente determinar las causas de la muerte”.

Según Ribeiro, es el segundo informe, el de la autopsia, el que se encarga de determinar las circunstancias de la muerte y que “ambos se complementan”.

La madre de Douglas, Maria de Fátima Silva, afirmó que su hijo fue “torturado y asesinado por la policía”.

Durante los altercados del martes por la noche, un deficiente mental, Edílson da Silva dos Santos, de 27 años y conocido como “Mateus”, murió a causa del impacto de una bala en la cabeza. Una investigación está en marcha para determinar el origen del disparo.

Los disturbios del martes por noche ilustran la gran dificultad de las autoridades de Rio de Janeiro para aplicar su política de “pacificación” de las favelas. Esta iniciativa fue lanzada en 2008 con la vista puesta en la Copa del Mundo de fútbol (que se celebrará entre el 12 de junio y el 13 de julio) y de los Juegos Olímpicos de 2016.