Miles de peregrinos participaron con fervor a la tradicional ceremonia del “fuego sagrado” de la Pascua ortodoxa en la basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, bajo la alta vigilancia de la policía, observó la AFP.
Según una portavoz de la policía israelí, decenas de miles de fieles acudieron al Santo Sepulcro, donde según la tradición cristiana fue crucifijado Jesús Cristo antes de ser enterrado y de resucitar.
Todas las puertas de acceso a la Ciudad Vieja permanecieron cerradas durante varias horas, a excepción de la puerta de Damasco, por la que entró la multitud de peregrinos.
El dispositivo obligó a numerosos fieles a tener que esperar en el exterior de las murallas de la Ciudad Vieja, en el sector de mayoría árabe de la Ciudad Vieja ocupada y anexionada por Israel.
Este rito milenario, símbolo de eternidad, de paz y de renacimiento y momento importante del cristianismo oriental, se celebró en una iglesia como cada año repleta de peregrinos, en su mayoría procedentes de Europa del Este y de Rusia, y de la comunidad árabe ortodoxa de la Tierra Santa.
Los peregrinos y el clero asistieron a la salida de la llama de la tumba de cristo, que fueron pasándose de vela en vela llenando de humo el Santo Sepulcro, antes de recorrer las calles de la Ciudad Vieja.
El “fuego sagrado” será luego llevado en procesión a Belén (Cisjordania), lugar de nacimiento del Cristo según la tradición, al tiempo que otra llama será transportada a bordo de un avión hacia Grecia y los países ortodoxos.
El domingo, los ortodoxos, protestantes y católicos celebran el domingo de Pascua, día de la resurección de Cristo, según la tradición cristiana.