La banda latina de los Bloods quedó desarticulada en la región española de Cataluña (noreste) tras la detención de 25 de sus miembros, entre ellos sus cinco líderes que ingresaron en prisión, afirmó este jueves la policía regional.

La operación, que se produjo el pasado 6 de marzo pero se había mantenido hasta ahora en secreto por decisión judicial, permite considerar desarticulada la organización, señala la policía, que la considera “una de las bandas más violentas”, responsable incluso de homicidios y otros delitos de sangre.

Los Bloods basaban “su modus vivendi en la actividad delictiva, especialmente en el tráfico de droga y los robos” aunque también “se les imputan delitos de extorsión y de detención ilegal”, explica la policía catalana en un comunicado.

La investigación sobre los Bloods se inició en septiembre de 2009 cuando “dos jóvenes miembros de los Bloods mataron a un tercero que había intentado desvincularse de la banda”, relata el comunicado.

Finalmente, el pasado 6 de marzo se desplegó un amplio dispositivo policial en varias localidades del área metropolitana de Barcelona, especialmente en Sant Boi de Llobregat, donde la banda tenía su sección más importante.

“El dispositivo culminó con la detención de 25 personas, además de la imputación de diez más que no pudieron ser detenidas pero se encuentran en situación de busca y captura”, explica el comunicado, añadiendo que los cinco jefes de la banda ingresaron en prisión.

En los 13 registros domiciliarios que efectuaron los agentes encontraron tres armas de fuego cortas, un arma de fuego larga, un fusil subacuático, una gran cantidad de armas blancas, 3,5 kilos de marihuana, cocaína y dos plantaciones con un total de 280 plantas de cannabis.

“Teniendo en cuenta que buena parte de los líderes de la banda ya se encontraban en prisión, la banda se considera desarticulada”, afirma la policía.

Desde abril de 2014, los cuerpos policiales españoles han realizado operaciones contra los Bloods, los Latin Kings, los Black Panthers y los Maras Salvatruchas, esta última el pasado 25 de marzo.

En un país golpeado por la crisis y el desempleo juvenil, estas organizaciones, detectadas por primera vez en 2013 coincidiendo con la llegada masiva de inmigración, se han convertido en “una cantera de organizaciones criminales”, según Ricardo Gabaldón, inspector jefe de la policía en Madrid.