El arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Ricardo Ezzati, pronunció una clase magistral este martes en la inauguración del año académico 2014 de la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH), ocasión en la que aprovechó de referirse a la identidad y rol de las casas de estudio de la iglesia y al debate frente a la reforma educacional.

Tomando como base el documento de trabajo de la Congregación para la Educación Católica, titulado “Educar hoy y mañana: pasión que se renueva”, publicado en febrero de este año, la autoridad eclesiástica delineó los desafíos que dicha reflexión plantea a la institucionalidad religiosa. “La instrucción superior católica se propone formar hombres y mujeres capaces de pensamiento crítico, dotados de elevada profesionalidad, pero también de una humanidad rica y a poner la propia competencia al servicio del bien común”, expuso.

Al ser consultado por el debate de cara a la reforma educacional que impulsa el gobierno de Michelle Bachelet, el cardenal Ezzati dijo estar “profundamente convencido que la educación es una tarea pública y un servicio a la sociedad, se imparta en instituciones del Estado o en instituciones privadas”.

“La gran finalidad de la educación es lograr que las personas y la sociedad alcancen la estatura más alta de su vocación, no solamente individual, sino que también social”, dijo el arzobispo de Santiago tras la ceremonia que coincidió con la conmemoración de los 15 años de la muerte del cardenal Raúl Silva Henríquez.

“Por consiguiente el carácter público de la educación es co-esencial a la libertad de educación. Una educación privada que no se viera a sí misma con vocación de servicio público, no sería, desde nuestro concepto católico, educación verdadera. Sin embargo se debe estar muy atento de no confundir lo público simplemente con lo estatal. Hay tantos servicios públicos que están siendo ofrecidos por sociedades intermedias e instituciones que no son el Estado. Por ejemplo, esta misma Universidad Católica Silva Henríquez, que desde su comienzo ha servido a los más pobres de la sociedad de Santiago, a los más excluidos y que sigue sirviendo, como son las universidades católicas o no católicas, al bien público. Creo que aquí se necesita un gran diálogo, una gran comprensión de lo esto que significa”, enfatizó el líder religioso.

“Lo que reclamo es que una autentica educación para que sirva al país tiene que respetar y favorecer el pluralismo, porque justamente el bien común es un bien que todos están llamados a construir”, concluyó.

Por otra parte, el rector de la Universidad Católica Silva Henríquez, Jorge Baeza Correa, producto del debate actual sobre educación, se refirió sobre rol la casa de estudios que él encabeza, como entidad católica, ha tenido desde su fundación. “Nuestra historia y nuestro presente, son pruebas irrefutables de que nuestra Universidad es una institución privada de un profundo carácter público. Somos hoy un espacio de justicia, para que muchas familias confíen en nosotros sus sueños de un hijo o una hija profesional, rompiendo con ello el círculo de la pobreza”, destacó el rector Baeza.