Muchos comen un manzana como postre por su sabor o porque simplemente es lo que tienen más a mano. Y es que resulta fácil de comer, ya que lo único que separa a la fruta del primer bocado es un “lavado cuidadoso”.
Aunque algunos se toman un poco más de tiempo y pelan la manzana. Pero no saben que al pelarla están perdiendo un rico valor nutritivo, que muchas veces sin pensarlo estamos ingiriendo y que ayuda a nuestro sistema a tener un mayor equilibrio dietético.
¿Le has quitado la cáscara a tu manzana? Pues no lo hagas más, aquí te damos las mejores razones según nutricionistas y estudios.
1.- La cáscara contiene más fibra.
La manzana en total tiene 4,4 gramos de fibra, si le cortas la piel sólo estarías comiendo 2,1 gramos. Según la nutricionista Karen Ansel, ni siquiera se podría considerar como una fuente de fibra considerable, que son 3 gramos.
2.- Menos cáscara, menos vitaminas.
Seguimos sumando beneficios. La cáscara contiene 8,4 gramos de vitamina C y 98 unidades nutricionales de vitamina A. Así que si la sacas las vitaminas disminuirían a 6,4 la C y a 61 unidades la A, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
3.- Las manzanas disminuyen problemas respiratorios, pero sólo si te comes la cáscara.
Según un estudio de la Escuela de Medicina St. George en Londres, la cáscara tiene un compuesto llamado quercetina y en el estudio descubireron que aquellas personas que comen 5 o más manzanas durante la semana tienen una mejor función pulmonar.
4.- ¡También te ayuda a tener una mejor memoria!
Según la Sociedad Americana de Químicos, este antioxidante podría ayudar en la batalla contra el Alzheimer y problemas similares.
5.- La cáscara ayuda a combatir las células cancerosas.
Un estudio de la Universidad de Cornell demostró que las cáscaras de las manzanas contienen triterpenoides, que “matan las células cancerosas”. Según el autor del estudio en el experimento probaron con células de cáncer de mamas, colón e hígado teniendo resultados favorables.
6.- Te ayuda a mantener la línea.
Como si fuera poco, la Universidad de Iowa descubrió que la cáscara también guarda ácido ursólico.
Y ¿Qué es eso? Resulta que este ácido tiene una capacidad especial: aumenta los músculos y quema calorías, por lo tanto reduce el riesgo de obesidad.