Funcionarios del Hospital Base de Puerto Montt criticaron este viernes la implementación de la primera etapa del recinto, que a juicio de los trabajadores, más allá de presentar una mejora en las atenciones a sus usuarios, es una decisión que persigue fines políticos.
A través de una asamblea resolutiva, los funcionarios del Hospital Base de Puerto Montt, acordaron tomar medidas en cuanto al impacto que provocará un traslado hacia un recinto que no se encuentra plenamente habilitado para su uso.
El debate se planteó sobre las implicancias que tendrá la atención de pacientes en el nuevo recinto, que sólo consiguió la aprobación de funcionamiento de parte de las obras, esto para que esta sección de la construcción pueda entrar en funcionamiento.
Para la presidenta de la Fenats Histórica, Zulema Sandoval, la pronta inauguración tiene similitudes con otros proyectos que ha impulsado el actual gobierno, donde no existen las condiciones suficientes para poner en marcha una construcción que involucra el módulo de atención más importante de la zona sur.
En total serán 120 funcionarios que a partir de la próxima semana se dispondrán atender en las nuevas dependencias del Hospital Eduardo Schütz, lo que según los mismos trabajadores obligará a los pacientes a mantener un traslado constante desde el nuevo recinto asistencial, hasta el Hospital Base.
En tanto, el Capítulo Médico del Hospital, expone la necesidad de contar con un recinto completamente equipado y dispuesto para un normal funcionamiento, de manera que los pacientes no tengan problemas por una atención deficiente a falta de otras secciones que aún no se encuentren trabajando, explicó Iván Cabrera, jefe de Servicio del sector de Obstetricia y Ginecología e integrante del Capítulo Médico que agrupa a los profesionales.
Ante esa situación, es que los representantes de las multigremiales de la salud, han manifestado su rechazo por un traslado que sólo traerá más inconvenientes a los funcionarios que deberán entregar respuestas a los usuarios, información que aún no han recibido en su totalidad de la plana directiva, comentó Agustín Hernández, Presidente de la Fenpruss del Hospital.
El certificado de recepción definitivo parcial de las obras, otorgado por la Dirección de Obras del Municipio, es el permiso aprobado con el que el nuevo recinto podrá comenzar a funcionar, pero sólo en la sección de atención ambulatoria, no aplicable para otras dependencias, el por qué de “parcial” se debe a que faltan entregar trabajos de pavimentación de calles aledañas que aún no se finalizan, comentó Javiera Torres, Directora de Obras Municipales.
Por su parte, el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, considera que este proyecto que mejorará la atención en salud a los habitantes, tiene fines políticos, ya que las fechas programadas para su apertura dejan a los usuarios a la deriva en muchos aspectos, opinión que según el edil, también es coincidente con personeros políticos del actual gobierno.
Finalmente, el Consejo Consultivo de Usuarios del Hospital, tiene una visión desde el punto de vista económico y social, ya que un traslado hasta el acceso norte de la ciudad, definitivamente involucra un mayor costo en locomoción e incluso en alimentación por los tiempos de espera, lo que sólo afecta a los estratos sociales que se atienden en el sistema público de salud.
La interrogante que se plantea ahora es, si es que la Dirección del Servicio de Salud del Reloncaví, liderada por un cuestionado director, Rafael Merino -acusado por su mujer de violencia intrafamiliar y hostigamientos-, estará a la altura para liderar una mega obra que ha anunciado como la más moderna del su de Chile.
Asi también saber si se está consciente del impacto que provocará el traslado de una nueva infraestructura y de pacientes que se resisten llegar a un lugar que no cuenta con todas las comodidades ofrecidas.