Miles de estudiantes opositores volvieron a salir a la calle este domingo en Caracas para denunciar la violencia que grupos de encapuchados han desatado tras sus manifestaciones en los últimos días, con saldo de tres muertos, y que atribuyen a grupos de infiltrados.

Más de 3.000 personas, en su mayoría jóvenes, se dieron cita en el sector este de Caracas para realizar una asamblea en la que repudiaron la violencia que se ha registrado en Caracas y otras ciudades del país y que ha desatado auténticas batallas entre fuerzas del orden y encapuchados que bloquean avenidas con fogatas.

“Vamos a seguir en la calle, en paz, sin violencia. Le exigimos a (presidente) Nicolás Maduro el desarme de los colectivos, ¡hasta que no los desarmen, no dejaremos las calles!”, clamó ante la multitud Gabriela Arellano, estudiante de la Universidad de los Andes (este) y una de las cabezas del movimiento.

Los estudiantes que han llamado a movilizaciones desde hace 15 días en distintas localidades de Venezuela responsabilizan a los denominados “colectivos”, simpatizantes del chavismo, de estar armados y de ser los responsables de los hechos de violencia.

En la asamblea se acordó una nueva manifestación la mañana de este lunes que partirá desde el municipio de Chacao, escenario de refriegas en las últimas cuatro noches, hacia el centro de Caracas para exigir el desarme de estos grupos.

“El más interesado en colocarnos el rostro de la violencia es el gobierno, por eso infiltró la marcha del 12 de febrero”, dijo Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas y uno de los líderes de la oposición que asistió a la asamblea.

El pasado miércoles, en Caracas se registró la mayor manifestación contra Maduro desde que asumió el poder en abril de 2013, al término de la cual se desataron disturbios y ataques a balazos que se prolongaron hasta la noche con saldo de tres muertos, más de 60 heridos y un centenar de detenidos.

Las movilizaciones se iniciaron a principios de febrero en los estados de Táchira y Mérida (este) para denunciar la inseguridad en los campus estudiantiles y la protesta se ha extendido en todo el país sumando las demandas de libertad para estudiantes detenidos y mejores condiciones de vida.

Venezuela, que cuenta con las mayores reservas mundiales de petróleo, registra una inflación de 56,3% y una aguda escasez de alimentos y productos básicos.