El patinador holandés Stefan Groothuis, que el miércoles se proclamó campeón olímpico en los 1.000 metros de patinaje de velocidad, explicó este jueves que tuvo que vencer una depresión que le llevó incluso a pensar en el suicidio.
“Cuando tenía 25 años, estaba muy cerca de los mejores y entonces me rompí el talón de Aquiles. Me costó un año y medio volver” a competir, explicó el patinador, que ahora tiene 32 años.
“Un año después, sufrí una depresión. Fue una época extraña ya que en el mismo año fue padre por primera vez”, añadió.
“Estoy muy contento por haberlo superado. Tengo dos hijos fantásticos y ahora soy campeón olímpico. Es algo muy grande”, explicó.
Groothuis tuvo que trabajar con un psiquiatra para que le ayudara a poder recuperarse.
“Creo que estuve muy cerca del suicidio” en su época más depresiva, admitió. “Es impactante decirlo. Cualquier persona puede crearse un infierno en su cabeza y verlo todo negro”, explicó.
Groothuis acabó cuarto en los 1.000 metros en Vancouver-2010. Desde entonces, también se ha roto su pierna izquierda y el inicio de la temporada 2012/13 se vio afectado por una infección viral.