El gobierno español afirmó este jueves querer reparar un “error histórico” con el proyecto de ley destinado a facilitar la nacionalización de los descendientes de judíos sefardíes expulsados en 1492, declarándose convencido de que será ampliamente aprobado por el parlamento.
“Teníamos que decírnoslo a nosotros mismos y decírselo al mundo, no sólo que aquello fue un error, sino que los errores en la historia son susceptibles de reparación”, declaró el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, durante un encuentro en Madrid con representantes de asociaciones judías estadounidenses.
España ya otorga la nacionalidad a los judíos que puedan demostrar ser descendientes de los sefardíes que abandonaron el país en 1492 cuando los reyes católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, ordenaron la expulsión de todos aquellos que se negasen a convertirse al catolicismo.
España sólo autoriza a los ciudadanos de unos pocos países, especialmente de América Latina, a adoptar la nacionalidad española sin perder la suya.
“Les aseguro que la inmensa mayoría de los españoles, poco importa su sentido de voto, estén en el gobierno o en la oposición, coinciden con esta afirmación de que hemos cometido un error histórico hace cinco siglos”, agregó.
“Por eso estoy convencido que el proyecto ley va a recibir el apoyo de la inmensa mayoría del parlamento” en Madrid, donde los conservadores del Partido Popular disponen de mayoría absoluta, subrayó el ministro.
El director general de la Conferencia de Presidentes de las grandes organizaciones judías estadounidenses, Malcom Hoenlein, consideró por su parte que “el símbolo es tan importante como las implicaciones prácticas”, en declaraciones a la AFP.
“Esto envía un mensaje muy importante sobre la necesidad de hacer frente a la historia, sobre el hecho que no podemos evitar los acontecimientos del pasado”, añadió.
“Nuestro país busca fortalecer más sus lazos sociales, culturales y emocionales con las comunidades sefardíes en todo el mundo, y con las organizaciones judías como las que ustedes representan”, afirmó el monarca durante una recepción de los líderes judíos estadounidenses en el Palacio de la Zarzuela.
“Nuestra historia se ha visto enriquecida con orgullo por las contribuciones de los judíos españoles a las artes y las ciencias, al comercio y a la filosofía. Estamos extremadamente orgullosos de este legado”, agregó.