Este miércoles se presentaron las primeras querellas por el grave episodio de contaminación registrado en enero en el río Cruces, a metros de la planta Valdivia de Celulosa Arauco y Constitución.

Una querella por daño ambiental y otra por el mismo delito además de lesiones fueron presentadas en el Juzgado de Garantía de San José de la Mariquina, a raíz del episodio de contaminación registrado el sábado 18 de enero, cuando se produjo una mortandad de peces en el río Cruces y al menos cuatro personas resultaron con erosiones tras bañarse en el cauce.

El hecho se produjo a metros de la descarga de la planta Valdivia de Celulosa Arauco y Constitución, que lanza sus efluentes al río Cruces, y donde justo el día anterior se había denunciado ante Carabineros el robo y destrucción de una estación de monitoreo con la que la Dirección General de Aguas fiscalizaba justamente el cauce tras las descargas

Las acciones legales fueron interpuestas por la junta de vecinos de Rucaco y el padre de un niño que resultó con erosiones. Vladimir Riesco representa a ambos querellantes, y apunta sus sospechas hacia la celulosa.

El presidente de la junta de vecinos de Rucaco, Néstor Espinoza, explicó que presentaron la querella buscando determinar claras responsabilidades penales por el episodio.

Héctor Perez es otro de los querellantes. Su hijo de 12 años recibió tratamiento por las erosiones que sufrió tras bañarse ese sábado en el río Cruces, cerca del puente Rucaco.

El presidente del Consejo de Salud de la comuna de Mariquina, Carlos Montullao, emplazó a las autoridades políticas a aclarar qué pudo ocurrir en el río ese fin de semana

El mismo llamado lo hizo el concejal de esta comuna, Rodrigo Manzano, mientras que su par Jaime Ramírez además pidió a Celulosa Arauco aclarar si es responsable o no de la contaminación.

Actualmente existen dos investigaciones paralelas para indagar las causas del episodio de contaminación: la penal, iniciada por la Fiscalía y la administrativa, que encabeza la Superintendencia del Medio Ambiente.

Hasta ahora se desconoce el origen de la contaminación. En tanto, en marzo la Brigada de Delitos Ambientales de la PDI recibiría los resultados de los análisis a las muestras de agua tomadas tras la mortandad de peces.