Diecisiete kilos y 75 gramos de marihuana fueron decomisados por funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas en una revisión rutinaria de un bus, donde el alucinógeno estaba oculto en un camarote secreto cuyo acceso estaba sellado con un espejo.
El procedimiento se realizó en la avanzada de Chungará y estuvo a cargo de la Unidad de Drogas de la Aduana de Arica, cuyo personal al momento de examinar el interior del vehículo de pasajeros notaron un espejo al costado de la puerta del baño que no correspondía al diseño habitual. Al mirar con mayor detalle, detectaron que el vidrio estaba sellado con tornillos y lo retiraron, accediendo así a una puerta corredera y tras ella un camarote.
Al ingresar al habitáculo escondido, los aduaneros hallaron 20 paquetes rectangulares envueltos en cinta adhesiva de color café, los que en su interior contenían marihuana prensada por el peso señalado.
En el lugar, el auxiliar del bus reconoce que una pasajera le entregó los paquetes para llevarlos hasta Arica.
Con todos estos antecedentes y medios de prueba, se notificó de la situación al Ministerio Público y el fiscal de turno ordenó a personal de la PDI, quienes arrestaron auxiliar y siguieron con las diligencias bajo la figura de una entrega vigilada. Dicha acción culminó con la detención de la otra persona, la cual recibiría la droga en Arica.
La droga incautada fue entregada bajo cadena de custodia y el cargamento supera los 17 millones de pesos de haber sido comercializada.
Al respecto el director regional aduanero de Arica, José Ignacio Palma Sotomayor, destacó la experiencia de los funcionarios y las coordinaciones que permiten desarticular organizaciones criminales. Aseveró que “en las aduanas estamos reforzando nuestras acciones y levantando nuevos perfiles de riesgo, dado que los narcotraficantes van mutando sus métodos de acción y debemos estar atentos. En este caso fue clave el conocimiento que se tenía de la estructura del bus, algo que quizás la gente no se imagina, pero que también es parte de nuestros análisis”.