A cuatro años del terremoto, el proyecto habitacional Lota Green que beneficiará a 680 familias de la comuna, sigue todavía en estudio para definir si es posible su emplazamiento en un lugar considerado patrimonial. Seis comités de allegados siguen esperando y no descartan movilizarse en los próximos días.
Las trabas surgieron desde el inicio de la tramitación de la Declaración de Impacto Ambiental que presentó la empresa constructora Regulo Valenzuela, pues el Consejo de Monumentos Nacionales objetó el emplazamiento por la cercanía de la histórica Torre Centenario.
Con el transcurso de los meses las dificultades parecían superarse, sin embargo el proyecto todavía no obtiene autorización para iniciar las obras. Leslie Garretón, presidenta del primer comité de pobladores que será beneficiado, dice que ya no pueden esperar, hay muchas familias que siguen viviendo en mediaguas y no descartan iniciar movilizaciones.
Para el alcalde, Patricio Marchant, el asunto presenta hoy tantas dificultades que será el próximo gobierno el que tendrá que empujar el proyecto, pues pasó ya de ser una simple amenaza al patrimonio de la zona aledaña.
El Serviu mientras tanto, vigila el avance de la tramitación de los detalles de este conjunto habitacional en el Consejo de Monumentos Nacionales. La empresa ya presentó un proyecto que hoy se evalúa, y que debería ser la etapa final para obtener la aprobación ambiental.
Los comités habitacionales de la comuna apelan al sentido de patrimonio que se desea proteger y creen que ha sido exagerado poner tantas trabas que han demorado casi cuatro años para ellos la obtención de una vivienda definitiva.
El proyecto Lota Green considera la construcción de más de 600 departamentos en edificios de cinco pisos. Un 90% de los beneficiarios son damnificados del terremoto, el resto son familias con ahorro de vivienda.