El gobierno ecuatoriano clausuró este miércoles una ONG ambientalista tras acusarla de un intento de agresión contra el embajador chileno en Quito, Juan Lira, durante una reciente protesta contra la explotación petrolera, anunciaron autoridades y líderes de la organización.

El ministerio del Interior, a cargo de la Policía, retiró el permiso de funcionamiento de la Fundación Pachamama de Ecuador, que operaba desde hace 16 años, y cerró sus oficinas en el norte de Quito.

“Llegaron 15 personas de civil que se presentaron como funcionarios de varios ministerios y de la Policía, y nos notificaron que hubo una orden ministerial de disolución de la fundación”, señaló a la AFP Belén Páez, presidenta de la ONG.

Durante el operativo no hubo detenidos, según la activista. En la puerta de la fundación fueron pegados dos avisos, en uno de cuyos apartes se lee: “Disuelta por desviación de los fines y objetivos estatutarios”.

Por su parte, el ministerio del Interior informó en su cuenta de Twitter sobre un “operativo para dejar disueltas ONG’s vinculadas en agresiones recientes” por “injerencia en políticas públicas” y “atentado contra la seguridad interna y paz”.

El sábado, el presidente Rafael Correa denunció un intento de agresión contra el embajador Lira y un empresario bielorruso, durante una protesta de indígenas y ambientalistas realizada el pasado jueves en Quito contra la licitación de campos petroleros en una apartada región amazónica, limítrofe con Perú.

En la entrega de ofertas participaron empresas de Bielorrusia, Chile, China y España. En un principio no se informó sobre ningún incidente con los manifestantes.

Sin embargo el mandatario, apoyado en videos oficiales, acusó a activistas de la Fundación Pachamama y del movimiento ambientalista Yasunidos de estar detrás de insultos que recibió el diplomático cuando ingresaba a su embajada.

Lira fue acosado por un pequeño grupo de personas mientras caminaba escoltado por un par de policías, según se observa en los videos, tras lo cual Correa reprendió en público al ministro del Interior, José Serrano, por la falta de protección oficial y advirtió que tomaría medidas contra esas “acciones violentas”.

La embajada chilena no se ha pronunciado sobre las afirmaciones del gobernante.

Correa, quien desde 2009 tiene en la mira a las organizaciones no gubernamentales por involucrarse supuestamente en actividades políticas con el pretexto de la cooperación, acusó a Pachamama de financiarse con recursos del exterior y de meterse en “politiquería”.

En un comunicado, la cartera del Interior insistió en que la Fundación Pachamama se involucró en “acciones vandálicas” durante la protesta.

Páez negó los señalamientos del gobierno. “No es real que nosotros hemos estado participando en actos violentos o agresivos”, indicó.

Dedicada a la defensa de los bosques tropicales de la Amazonía, la Fundación Pachamama cuenta con ocho empleados y recibe cooperación de Holanda y Estados Unidos, según la activista.

“No hubo ninguna notificación previa sobre esta clausura. Nos reuniremos con nuestros abogados para responder legalmente ante esta situación tan lamentable para la democracia del país”, añadió.

El gobierno izquierdista de Correa endureció en los últimos años la legislación para el funcionamiento de las ONG. Bajo nuevas disposiciones fueron clausuradas 26 de esas organizaciones el año pasado acusadas de incumplir “obligaciones y responsabilidades” y no entregar información “operativa y financiera”.