El primer ministro letón, Valdis Dombrovskis, dimitió este miércoles asumiendo la “responsabilidad política” del derrumbe del techo de un supermercado en Riga que se saldó con la muerte de 54 personas.
“Teniendo en cuenta la tragedia del supermercado y sus circunstancias, hace falta un gobierno que tenga el apoyo de una mayoría clara en el Parlamento (…). Anuncié mi dimisión como primer ministro asumiendo la responsabilidad política de la tragedia”, dijo Dombrovskis a los periodistas tras reunirse con el presidente Andris Berzins.
El mandatario aceptó la renuncia. “Insto a todo el mundo a mirar hacia el futuro, a asumir sus responsabilidades y a actuar en consecuencia”, declaró el presidente letón.
Berzins “va a lanzar negociaciones con el fin de formar un gobierno”, descartando por el momento la realización de elecciones anticipadas, indicaron sus servicios.
Dombrovskis indicó que seguirá teniendo a su cargo los asuntos corrientes hasta que se designe un nuevo gobierno y afirmó que no tenía la intención de dirigir este futuro gabinete, si bien deseaba que su partido centrista forme parte del mismo.
Letonia, país báltico de dos millones de habitantes, recibió en julio luz verde de Bruselas para adoptar la moneda europea el próximo 1 de enero de 2014. Miembro de la UE desde 2004, Letonia será la segunda república de la antigua Unión Soviética en ingresar en la zona euro, después de Estonia que adoptó la moneda única en enero de 2011.
El ingreso en la zona euro era uno de los pilares de la política de Dombrovskis, si bien los letones muestran poco entusiasmo y temen que la sustitución de su moneda nacional por el euro conlleve un sensible aumento de precios.
El jefe de gobierno saliente aseguró que su dimisión no tenía relación ninguna con el ingreso previsto en la zona euro. También negó que hubiera habido “presiones” del presidente Berzins para que dimitiera.
“La próxima coalición muy probablemente sea la misma (que la actual), más la Unión de Verdes y Campesinos (ZZS)”, declaró a la AFP Ivars Ijabs, de la Universidad de Letonia.
Berzins había hablado el sábado de “asesinato” respecto al desmoronamiento de un supermercado en Riga que el jueves 20 de noviembre dejó 54 muertos, planteando la cuestión de la responsabilidad humana en esta catástrofe.
“Este caso debería considerarse como un asesinato de numerosas personas indefensas y requiere una reacción adecuada”, declaró el jefe de Estado.
“Es un caso complejo. No puede calificarse de catástrofe natural o de mala suerte, porque la naturaleza no desempeñó ningún papel”, añadió Berzins, sin entrar en detalles.
La policía letona trabaja a partir de tres hipótesis para determinar las causas del accidente: la concepción del edificio, su construcción y los nuevos elementos que fueron instalados en el techo.
El centro comercial, explotado por la empresa Máxima, fue construido en 2011 y había sido seleccionado para un premio de arquitectura. Se estaban llevando a cabo obras en el techo para transformarlo en un jardín suspendido, según un responsable local de la alcaldía, Juros Radicalizas.
Este accidente, uno de los más graves debidos al derrumbe de un techo en el mundo en los 30 últimos años, asombró a este pequeño país de dos millones de habitantes, cuyo gobierno decretó tres días de duelo nacional a partir del sábado, con un minuto de silencio el lunes de mañana.