Una coalición islamista abanderada por los Hermanos Musulmanes hizo un llamamiento el sábado al “diálogo” para “salir” de la crisis política en Egipto, sin reclamar explícitamente la vuelta al poder del presidente Mohamed Mursi, derrocado por el ejército.

En un comunicado, la cofradía de Mohamed Mursi, que denuncia un golpe de Estado y se negaba a reconocer a las nuevas autoridades, “llama a todas las fuerzas revolucionarias, a los partidos políticos y a las personalidades patrióticas a entablar un diálogo profundo para salir de la crisis actual”.

Desde que el ejército derrocó a Mursi, el único presidente elegido democráticamente en el país, el gobierno interino lleva a cabo una represión implacable contra sus partidarios.

Más de un millar de personas, en su mayoría manifestantes pro-Mursi, murieron desde mediados de agosto y miles de islamistas fueron detenidos, entre ellos la casi totalidad de los dirigentes de los Hermanos Musulmanes.

La coalición, que sigue organizando manifestaciones cada semana a pesar de la violenta represión, defiende la “oposición pacífica” y pide que se ponga “fin al derramamiento de sangre” y a las “campañas de odio en los medios de comunicación”.

Antes de entablar el diálogo, la coalición reclama la liberación de los prisioneros y la reapertura de los medios de comunicación islamistas cerrados después del derrocamiento y el arresto de Mursi el pasado 3 de julio.

En cambio sólo menciona de forma indirecta la vuelta al poder de Mursi, que antes ponían como condición para negociar.

La coalición pide “la vuelta a la legitimidad constitucional y al proceso democrático incluyendo a todos los movimientos políticos, sin que ninguno monopolice el proceso o se vea excluido de él”.