Cuando se acerca la fiesta de Halloween, las carteleras de los cines se llenan de películas de terror. Pese a que los argumentos no varían mucho entre una cinta y otra, aún así la gente hace largas colas para poder verlas. La pregunta que surge entonces es, ¿por qué las personas pagan por asustarse?

Según Glenn Sparks, académico de las Universidad de Purdue en Estados Unidos, esto se debe a un fenómeno llamado “transferencia de excitación”, que se refiere a cómo las personas se sienten después de ver la película de terror.

En específico, este proceso indica que mientras alguien ve uno de estos filmes, el miedo causa que su ritmo cardíaco se acelere, al igual que se incrementa la presión en la sangre y la respiración.

Esta sensación permanece por un tiempo incluso después de que finalice la experiencia. Así, cualquier actividad que se realice con posterioridad se vivirá de forma intensificada, experimentando las emociones con más fuerza.

Como si se tratase de una droga, cuando el efecto se acaba, inconscientemente querrás vivirlo otra vez, por lo que buscarás repetir la situación. Por eso es que la mayoría de la gente no se cansa de ver las películas de horror, pese a que le produzcan espanto o repugnancia.

Claro que esto ocurre cuando se trata de una experiencia positiva. En cambio, si lo que te pasó después de ver la cinta fue algo muy malo, incluso podría provocarte un trauma con este tipo de filmes, ya que cada vez que veas uno revivirás el sentimiento negativo experimentado aquélla vez.

Asimismo, Sparks señaló que alrededor del 10% de las personas disfrutan la sensación de adrenalina que genera este fenómeno. En cambio, hay otra importante proporción de la población que no puede soportarla, por lo que la evitan.

Por supuesto, ésta no siempre es la razón por la cual alguien desea ver una cinta de este género. De acuerdo a Joanne Cantor, doctora de la Universidad de Wisconsin-Madison, hay algunos sujetos a quienes sólo les atraen los efectos especiales o la novedad de las escenas mostradas, porque no son cosas que puedan ver en su rutina diaria y les causan curiosidad.

Por otra parte, el doctor Sparks sostuvo que en general los hombres prefieren ver películas de terror por sobre las mujeres.

El especialista explicó que esto sería porque socialmente está establecido que los hombres deben ser más valientes, por lo que “no pueden” dejar que una cinta de este tipo los asuste, según informó World of Psychology.

Cabe mencionar que los expertos recalcaron que se debe prevenir que los niños vean películas de horror. esto porque la excitación tras la cinta les puede provocar ansiedad y problemas para dormir, incluso a adolescentes de hasta 14 años.

El problema se agrava con los menores de entre 5 y 7 años, porque como dijo el doctora Canton, “hasta esa edad, ver es creer”. Es decir, les cuesta mucho diferenciar entre ficción y realidad.