Y mientras algunas paralizaciones comienzan otras terminan. Las demandas de todos los servicios públicos son por lo general similares: la modificación de ley de Plantas, reajustes y mayores asignaciones por cumplimiento de metas y, en lo grueso, mejoras de carácter laboral, en infraestructura o sistemas, comprometidas o necesarias ante los objetivos y realidad que cada institución enfrenta.

Una de ellas por ejemplo fue el caso de las trabajadoras de Fundación Integra, que durante 17 días paralizaron sus actividades, logrando un acuerdo con el gobierno y la dirección nacional de la entidad público privada, que de acuerdo a Carmen Gloria Contreras, delegada provincial del Sindicato de Trabajadores de Integra (SINATI) fue todo un éxito y alcanzó tintes históricos.

Y es que tras la paralización de funciones se logró por ejemplo el compromiso del ejecutivo de derogar el decreto 115, que reducía la cantidad de educadoras y técnicos parvularias por curso, medida que genera sobre carga laboral y otros efectos.

Pero también las funcionarias de Integra lograron que el bono por cumplimiento de metas o SASI se ampliara y aumentara su valor.

En todo caso, Contreras enfatizó en que pese al término del paro de actividades y la vuelta a sus servicios este lunes, el conflicto no ha terminado, pues las negociaciones a nivel nacional continúan ya que existe un pliego de peticiones amplio que no ha sido resuelto aún.

Sin embargo, aclaró que tales conversaciones se llevarán a cabo sin la necesidad de repetir un paro, explicando que los 17 días de inactividad laboral serán devueltos por las trabajadoras a través de un método que contempla un 50 por ciento de ellos en horas trabajadas y el resto como descuento en sus salarios de forma mensual.