Estados Unidos presionó este viernes al régimen de Bashar al Asad para que permita la entrada de convoyes humanitarios en ciertas zonas de Siria con el objetivo de asistir a los civiles atrapados en los combates.

En fuertes términos, la portavoz de la diplomacia estadounidense, Jennifer Psaki, condenó el asedio por parte del Ejército en la Guta oriental-un suburbio de Damasco donde cerca de 1.500 personas murieron en un ataque con armas químicas el 21 de agosto- y en otros suburbios como Muadimiya.

Hay un “número sin precedentes de niños que murieron de enfermedades ligadas a la malnutrición en lugares no muy lejanos del palacio de Bashar al Asad en Damasco”, afirmó Psaki.

“Los habitantes de Muadimiya viven desde hace casi un año sin productos de primera necesidad” y la “prohibición deliberada impuesta por el régimen” para impedir la entrega de ayuda humanitaria a miles de civiles es impensable, agregó.

“Llamamos al régimen sirio a autorizar el pasaje de convoyes humanitarios en esas zonas”, insistió, advirtiendo que “los responsables de las atrocidades cometidas en los suburbios de Damasco y en Siria serán identificados y llevados ante la justicia”.