La justicia chilena cerró, tras casi nueve años de indagatoria, la investigación sobre el dinero oculto del ex dictador Augusto Pinochet en cuentas del exterior, sin que ningún miembro de su familia resultara acusado, y con seis ex militares inculpados.

El juez Manuel Valderrama decidió cerrar el denominado ‘Caso Riggs’ al agotar las diligencias sin aclarar el origen de gran parte de los más de 21 millones de dólares que se encontraron ocultos en el Riggs Bank de Estados Unidos y otras instituciones extranjeras a nombre de Pinochet y su familia.

Ninguno de los cinco hijos del ex dictador ni su esposa, Lucía Hiriart, que inicialmente fueron encausados en este caso por malversación, fueron acusados de delito alguno.

En la indagatoria, el juez acusó, sin embargo, a seis ex oficiales del Ejército como autores del delito de malversación de caudales públicos, por ayudar a ocultar los dineros.

Entre los inculpados, los ex generales Jorge Ballerino y Ramón Castro fueron acusados por abrir la primera cuenta secreta de Pinochet en el Banco Riggs de Washington, donde usaron seudónimos de ‘Daniel López’ para esconder su verdadera identidad.

Asimismo quedaron como reos el ex general Sergio Romero y los ex coroneles Eugenio Castillo, Gabriel Vergara y Juan MacLean, que en su calidad de secretarios privados del ex dictador hicieron diversas gestiones para transferir dineros, abrir y cerrar cuentas y ocultar su existencia.

HISTORIA DEL CASO RIGGS

El caso se abrió en 2004, dos años antes de la muerte de Pinochet, ocurrida en diciembre de 2006, cuando una investigación del Senado de Estados Unidos descubrió los dineros ocultos a nombre de Pinochet.

Esa comisión investigaba el financiamiento al terrorismo tras los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001.

La investigación judicial en Chile logró determinar que se abrieron casi un centenar de cuentas, pero no pudo establecer el origen de 17 de los 21 millones de dólares depositados.

Entre las cosas que la pesquisa no pudo comprobar, figura la recepción de comisiones por la compra de armas o el desvío de fondos públicos. La familia del ex dictador sostiene que los dineros -sobre los cuales pesaba un embargo- son fruto del ahorro de una vida austera del extinto militar.

Por este caso, Pinochet fue desaforado y alcanzó a estar algunas semanas bajo arresto domiciliario, antes que fuera sobreseído tras su muerte, a los 91 años, por un infarto.

Otras causas judiciales contra Pinochet por violaciones a los derechos humanos durante su dictadura tampoco lograron inculparlo antes de su muerte.