Cerrando la temporada 2012-2013 de la productora Estudio Estereo, The Breeders llegó a Chile para dar uno de los mejores shows del ciclo. Comenzando casi puntual, las hermanas Deal y compañía aparecieron aproximadamente a las 23:30 hrs. sobre el escenario, para iniciar lo que sería la revisión de “Last Splash”, uno de los discos más reconocidos y premiados de su trayectoria.
Tal como si hubiesen puesto a reproducir el cassette en un walkman, el concierto comenzó con “New Year”, el track número 1 del álbum que los llevó a ser 33 en las listas del Billboard. Bastaron los primeros sonidos para que cada una de las personas que allí estaban, se quedaran atentas y alerta a la parte en que la canción les permitiría saltar y mover la cabeza junto a The Breeders. Con ello, rápidamente se dio paso al exitoso “Cannoball”, tema con el que confirmaron su consolidada experiencia musical, ya que las voces, instrumentos e incluso los “aullidos” del principio, se oyeron idénticos a los escuchados en el 93’.
El carisma de una Kim Deal simple y amable, la simpatía y sonrisas de la violinista Carrie Bradley, además de la sencillez de Joshepine Wiggs (bajo) y Jim McPherson (batería), hicieron innecesaria una mayor interacción con quienes sólo esperaban escuchar más. Por lo mismo continuaron sin obviar canciones, desde “Invisible Man” hasta “Roi”, donde hicieron la primera pausa.
El público quedó sin moverse, seguro de su regreso al escenario. Pidiendo a gritos que volvieran, a eso de las 00:00 horas lograron que nuevamente los norteamericanos tomaran posiciones y dieran inicio a la última media hora.
Con una pasada por “Pod”, su disco debut, algunos EP’s, sencillos, además del cover de “Happiness Is a Warm Gun” de The Beatles, hicieron el segundo y final bis, para luego terminar con su propia versión de “Shocker in Gloomtown” de Guided by Voices y “Don’t Call Home”.
Casi puntual, a las 01:00 a.m. Kim, Kelley, Joshepine, Jim y Carrie, se despedían de mano y besos de sus fans, que a esas alturas, ovacionaban a la banda que demostró que las mujeres también sabían hacer rock, y muy bien hecho.
The Breeders no sólo fue parte del movimiento de finales de los 80’ que marcó un precedente para varios grupos de hoy, sino que sus integrantes también inspiraron a grandes músicos de décadas pasadas, como al vocalista de Nirvana, Kurt Cobain.
Actualmente la banda continúa vigente y realizando presentaciones como las del sábado 27 de julio en la ex Oz, cuando las Deal y compañía arrojaban inconscientemente su experiencia en cada uno de los temas, dejando en claro que sus años no han pasado en vano.