Tras una reunión entre el alcalde de Osorno, Jaime Bertin, y el director regional del Servicio de Vivienda y Urbanismo en la región de Los Lagos, Javier Tapia, asoma una posible solución para las más de 1.000 familias que actualmente viven en campamentos de la comuna.

Lo anterior porque ambas instituciones acordaron estudiar la implementación de soluciones habitacionales en terrenos municipales, como el parque Arnoldo Keim, donde podría radicarse a campamentos como el Porvernir o el Por un Futuro Mejor 3.

Esto era solicitado desde hace años por los dirigentes de tales emplazamientos, y que hasta hace poco tiempo parecía impensado, sobre todo por la disputa política entre el Gobierno Regional y el municipio.

Sin embargo, tras la reunión entre los representantes de ambas instituciones se acordó una especie de intercambio de bienes públicos administrados por ambos entes, para que cada uno cumpla los objetivos que persigue.

Así, el Serviu traspasará gratuitamente terrenos a la entidad edilicia local para desarrollar proyectos comunitarios, como sucede con las instalaciones abandonadas en el mercado Periférico en Rahue Alto. Mientras, la Municipalidad de Osorno se comprometió a liberar la restricción de algunos terrenos para que el Minvu construya soluciones habitacionales, precisamente para campamentos.

Se trata entonces de un acuerdo valorado por dirigentes de los emplazamientos, sobre todo porque podrían ser radicados en el mismo lugar en el que actualmente viven. Éste es el caso del Porvenir y el Por un Futuro Mejor 3, que se ubican en una fracción del parque Arnoldo Keim, que es propiedad municipal.

Por todo es que para Danilo Calisto, presidente del campamento Por Un futuro mejor 3, se hace más que necesario que tal acuerdo comience a dar frutos, pero a la brevedad.

El dirigente hizo saber además que si existen estos planes, el Serviu debiera comenzar a realizar un proceso de información y capacitación a las familias que componen los campamentos, pues hasta el momento no hay nada.

Según el dirigente, las cerca de 190 familias que viven en el emplazamiento que dirige cuentan en su mayoría con una libreta de ahorro abierta en el banco para un subisidio, misma situación de las cerca de 30 que componen el campamento Porvenir.