La justicia egipcia comenzó a interrogar este domingo al presidente depuesto Mohamed Mursi y a otros miembros de los Hermanos Musulmanes sobre las circunstancias de su evasión de la cárcel durante la revuelta de 2011, informaron fuentes judiciales.
La investigación responde a acusaciones según las cuales Mursi y otros altos responsables se escaparon de la prisión de Wadi Natrun (noroeste de El Cairo) durante la insurrección de enero de 2011 y pretende saber si la cofradía tuvo ayuda de grupos extranjeros como el Hezbolá libanés o el Hamás palestino, según las mismas fuentes.
El interrogatorio del presidente islamista derrocado en un golpe de Estado el 3 de julio lo lleva a cabo la Seguridad Interior en un lugar secreto, precisaron.
Este interrogatorio se produce después de que fuentes judiciales indicaran el sábado que el nuevo fiscal general estaba examinando demandas de particulares contra Mohamed Mursi y otros Hermanos Musulmanes por “espionaje”, “incitación al asesinato de manifestantes” y “mala gestión económica”.
Este examen podría desembocar en la apertura oficial de una investigación.
El ejército derrocó a Mursi después de que se desarrollaron multitudinarias manifestaciones contra él. Sus partidarios continúan protestando contra un “golpe de Estado” militar y la tensión sigue siendo muy fuerte en El Cairo y en el resto del país.
El presidente depuesto se encuentra “en lugar seguro” y es tratado “dignamente”, según las autoridades, que señalaron a lo largo de esta semana que por el momento no había acusaciones contra él.
Las negociaciones iniciadas el sábado de cara a la formación de un gobierno interino egipcio continuaban este domingo, y el gobierno podría ser anunciado el martes o el miércoles.
El primer ministro Hazem Beblawi inició el sábado los contactos telefónicos con algunos de los posibles futuros ministros. Estos seguirán el domingo y el gobierno podría anunciarse el martes o el miércoles.
El nuevo ejecutivo contará con 30 miembros, añadió Bablawi, quien indicó que sus prioridades serán restaurar la seguridad, garantizar la entrega de bienes y servicios y preparar las elecciones legislativas y presidenciales.
Según fuentes oficiales, citadas por la agencia Mena, el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, y sobre todo el de Defensa, el general Abdel Fatah al Sisi -el nuevo hombre de peso del país- , deberían mantener el puesto.
El vicepresidente encargado de las relaciones internacionales y prominente figura de la oposición anti Mursi, Mohamed ElBaradei, fue confirmado en este cargo el domingo y prestó juramento, dijo la presidencia en un comunicado.
El economista Ziad Bahaa Eldin, cuyo nombre suena para ser viceprimer ministro, participaba también en estas consultas previas.
Estas gestiones ilustran la voluntad de las nuevas autoridades de avanzar a pesar de las protestas de los partidarios de Mursi, destituido por el ejército el 3 de julio después de que manifestaciones multitudinarias pidieran su dimisión.
“Habrá una nueva manifestación masiva el lunes”, advirtió un portavoz de los Hermanos Musulmanes, Tareq al Mursi. “Será pacífica”, afirmó a la AFP.
El viernes, decenas de miles de manifestantes reclamaron una vez más el regreso del presidente islamista, más de una semana después de que el ejército lo derrocara y anunciara un proceso de transición.
Cientos de manifestantes opuestos a Mursi también se congregaron en la plaza Tahrir y en las inmediaciones del palacio presidencial, donde al final del día rompieron el ayuno del primer viernes del ramadán.
A lo largo del día, una multitud se concentró sobre todo frente a la mezquita Rabaa al Adawiya, en el barrio de Nasr City, donde los pro Mursi manifiestan desde hace dos semanas.
“Estamos aquí para transmitir a los militares el mensaje de que no renunciaremos a la legitimidad” del primer presidente elegido democráticamente, declaró a la AFP Ashraf Fangary. “Defenderemos a Mursi con nuestra sangre”, añadió Mohamed Yusry.
El responsable islamista Safwat Hegaz reiteró las exigencias de los Hermanos Musulmanes: regreso inmediato de Mursi, celebración de elecciones legislativas y creación de una comisión para la reconciliación nacional.