La Comisión Europea se mostró el miércoles satisfecha por el progreso del sector bancario tras la ayuda europea de 41.300 millones de euros, señalando que no será necesario dar más dinero pese a la difícil situación económica del país.

“No hay motivos ahora mismo para prever nuevos desembolsos en el programa” de ayuda al sector financiero español, que tenía un máximo de 100.000 millones de euros, estimó la Comisión en su tercer informe sobre este plan.

El informe se inscribe en el programa de supervisión de la Troïka (Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo) de las estrictas medidas que acompañaban al rescate europeo de los bancos españoles pactado en julio de 2012.

La Comisión, tras visitar Madrid del 21 al 31 de mayo, opinó que “los mercados financieros en España están mucho más fortalecidos que en su último informe”, que data del 3 de junio.

Además, “la solvencia de los bancos españoles ha crecido por la recapitalización de una parte del sector y la transferencia de activos a la Sareb”, la sociedad de gestión creada por el Estado para liquidar los activos tóxicos inmobiliarios de los bancos.

Aun así, la Comisión alertó que “garantizar los beneficios de los bancos en un contexto económico difícil representa un desafío importante debido a las bajas tasas de interés y el aumento de la morosidad”.

Con España aun en recesión y un alto desempleo, la Comisión advierte de otros riesgos como la contracción de la actividad o el elevado endeudamiento privado.

El organismo acordó el 29 de mayo nuevos plazos para España para reducir su déficit: 6,5% en 2013 y dejarlo por debajo del 3% en 2016.

Mientras, las perspectivas económicas del país continúan inciertas: el gobierno prevé una contracción del 1,3% del PIB en 2013, mientras que el FMI eleva la cifra al 1,6% y la Comisión al 1,5%.