Gracias a sus buenas actuaciones, el portero Darío Melo se ha convertido en uno de los líderes del equipo chileno que disputa el Mundial Sub-20 de Turquía.

Atrás quedó el bochorno deportivo que sufrió en julio de 2012, cuando Roberto Hernández, en calidad de director de selecciones nacionales juveniles, y Fernando Carvallo, entonces seleccionador, decidieron su regreso a Chile durante una gira del equipo juvenil por Europa, tras “un acto de indisciplina” no especificado, pero considerado grave.

Si bien esa circunstancia pudo afectar seriamente el futuro de su carrera en la selección, la llegada de Mario Salas unos meses después, le permitió un nuevo comienzo y la reivindicación.

Con la mente ya en los octavos de final y tras una serie de buenas actuaciones, Melo ha demostrado con hechos concretos que aprendió la lección, incluso el mismo técnico de la “rojita” se ha dado cuenta de este cambio.

Si bien no ha podido terminar ninguno de los dos partidos anteriores con su pórtico en cero, sus intervenciones providenciales permitieron sumar al equipo y se ha ganado el aplauso de todos en el equipo, donde ya es una referencia. “La actuación de Darío Melo fue notable, con dos o tres tapadas cuando peor estábamos, sin rumbo. Melo respondió a la altura a la que nos tiene acostumbrados”, afirmó el entrenador tras el término del último encuentro.

Otro que lo alabó fue el capitán Igor Lichnovsky, “Es un líder para nosotros. Como defensa, es muy importante para mí, nos habla todo el rato y nos transmite tranquilidad, pero no sólo a los defensas, también se la transmite a todo el equipo”, comentó el defensor.