Cerca de 600 personas murieron y decenas de miles permanecían aisladas este sábado en el norte de India, por los desprendimientos de tierra y las inundaciones causadas tras la precoz llegada de las lluvias del monzón.

Los socorristas recuperaron cuerpos que flotaban en el Ganges, mientras que cerca de 63.000 personas, la mayoría de ellos turistas y peregrinos, permanecían aislados o desaparecidos después de que las lluvias torrenciales arrasaran el Estado himalayo de Uttarakhand, según las autoridades.

“Ya se recuperaron 575 cuerpos, pero, sin duda, el balance aumentará. Calculamos que hay 62.790 personas aisladas”, indicó a la Agencia France Presse Om Prakash, ministro del Interior de Uttarakhand.

La crecida de los ríos se llevó por delante casas, edificios e, incluso, pueblos enteros, y destruyó puentes y las pequeñas carreteras que conducen a los lugares de peregrinaje situados en puntos altos de este Estado montañoso, rico en templos hindúes.

Un equipo de siete médicos y responsables acudió a Kedarnath, importante lugar de peregrinaje hindú “para recuperar los cuerpos”, añadió.

Casi una semana después del comienzo de las lluvias torrenciales, decenas de helicópteros y miles de soldados fueron desplegados para participar en las operaciones de rescate.

Sin embargo, los equipos de socorro esperan la llegada de nuevas lluvias torrenciales en este Estado y en el centro de India. “Es una verdadera carrera contrarreloj”, declaró Ajay Chaddha, responsable de la unidad del ejército que supervisa las operaciones de rescate en Uttarakhand, citado el sábado por el Times of India.

Mientras tanto el Indian Express indicó que los socorristas disponían de un “pequeño plazo de 48 horas” para realizar sus operaciones antes de la llegada de nuevas lluvias a partir del domingo.

“Miles de turistas esperan en los densos bosques. Se refugiaron en la jungla después del hundimiento de los albergues y hoteles que les hospedaban” en los lugares santos, declaró el secretario del Estado, Rakesh Sharma.