El Congreso de Nicaragua dio luz verde este jueves a la polémica decisión del presidente Daniel Ortega de adjudicar a una desconocida empresa con sede en Hong Kong la concesión para construir y operar por un siglo un Canal Interoceánico cuyo costo de construcción duplica el Producto Interno Bruto nacional.

El proyecto da a la compañía fundada hace 10 meses por el abogado Wang Jing, la potestad absoluta sobre las tarifas del futuro canal, la de expropiar cualquier terreno que considere necesario, y la de utilizar o desviar a su conveniencia todos los cursos de agua, mientras obliga al Estado nicaragüense a renunciar a cualquier tipo de inmunidad en caso de conflicto.

Parece “que se volvió loco el presidente” Daniel Ortega, cuestionó el diputado de la disidencia sandinista, Víctor Tinoco, para quien la concesión no es más que un negocio “encubierto entre (el abogado) Wang (Jing)y Ortega” para “enriquecerse de manera millonaria y fabulosamente”.

Esta ley “es inconstitucional, fraudulenta y lesiva a los intereses (del país). Estamos regalando nuestro territorio completo a una empresa extranjera que puede venderlo o alquilarlo en pedazos”, sentenció el jefe de la bancada opositora, Eduardo Montealegre.

La “Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte Nicaragüense atinente a El Canal, Zonas de Libre Comercio e Infraestructura Asociadas” que avala la concesión fue aprobada con 61 votos a favor, 25 en contra y una abstención, anunció el presidente del Legislativo, René Núñez.

La ley, aprobada con trámite relámpago en una semana, autoriza a Ortega –cuyo gobierno sigue manteniendo relaciones diplomáticas con Taiwán y no con Pekín– a firmar este viernes el Acuerdo Marco de Concesión con la HK Nicaragua Canal Development Investment Co. (HKDN)

La firma obtiene los derechos para promover y decidir el “diseño, desarrollo, ingeniería, acuerdos de financiación, construcción, propiedad, posesión, operación, mantenimiento y administración” de una obra valorada en 40.000 millones de dólares.

Los planes abarcan la construcción de un canal húmedo entre el océano Atlántico y Pacífico, puertos, un aeropuerto, un oleoducto, así como la construcción de una línea férrea para un canal seco y la creación de una zona de libre comercio.

El concesionario recibirá además derechos sobre un vasto sector aledaño al proyecto, cuyo trazado entre ambos océanos ni siquiera ha sido decidido.

Wang, al que Montealegre definió irónicamente como “súperchino” tendrá “amplios poderes para expropiar, confiscar, expandir, dragar, (y) desviar cuerpos de agua” en Nicaragua, agregó.

El vocero de Wang en Nicaragua, Ronald MacLean, quitó importancia en diálogo con periodistas al hecho de que su jefe carezca de experiencia en construcción de grandes obras de infraestructura y –con sorprendente soltura y en tono didáctico– lo comparó con el director de “un equipo de fútbol que puede ser muy bueno (en dirigir) y no ser futbolista”.

La concesión tendrá una duración de 50 años prorrogables por otros 50, incluido un período de 10 años de construcción, en los cuales los chinos podrán subcontratar los servicios de empresas extranjeras que gozarán de exenciones y exoneraciones de impuestos, según el texto.

El concesionario decidirá “la tasa de todos los peajes, aranceles tarifarios, rentas” por el uso del canal y los terrenos que serán expropiados mediante tramites expeditos que serán facilitados por el gobierno.

La ley libera a los inversionistas de cualquier tipo de sanciones administrativas, civiles y penales “por incumplimiento de las obligaciones adquiridas”; podrán promover la creación de empresas “sin ninguna obligación de inscribirse con fines comerciales o fiscales”.

El documento, obliga al gobierno a “renunciar a cualquier derecho de inmunidad soberana” y a responder con los bienes y reservas internacionales del país en caso de demanda por disputa.

La ley también establece que el gobierno tendrá participación patrimonial en HKDN, que se traducirá en transferencias anuales de acciones.

El proyecto del Canal, con el que el gobierno espera lograr un crecimiento de hasta un 15% anual, ha sido acariciado desde la época de la colonia española.

Ortega informó la semana pasada que la construcción del Canal podría iniciarse a mediados del 2014, cuando se espera estén listos los estudios de factibilidad.

Este proyecto de canal, que carece aún de trazado definitivo, se encuentra a menos de 600 km del canal de Panamá, por donde circula el 5 por ciento del comercio mundial y que se apresta a inaugurar en un año una gigantesca obra de ampliación