El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró este jueves que las propuestas programáticas de los candidatos presidenciales de la izquierda y oposición como el llamado a una Asamblea Constituyente, la idea de una reforma tributaria y la creación de una AFP estatal, provocan incertidumbre y afectan la inversión.

El jefe de las finanzas públicas realizó estas declaraciones en el marco de su exposición en el Encuentro Nacional del Comercio 2013: “Comercio y Turismo, motores del desarrollo y calidad de vida de Chile”, subrayando que no ha visto ningún planteamiento de esos sectores que sea pro-crecimiento o que considere el proceso de desaceleración que está experimentando la economía chilena.

“Estos verdaderos paquetazos tributarios que estamos viendo de algunos candidatos parecieran suponer que el crecimiento se da por inercia o, sino, da la impresión que la Concertación y el PC tuvieran una vocación por un crecimiento del 3 al 4%, que no les gustara el crecimiento económico”, afirmó el ministro.

Larraín agregó que “la inversión responde a las señales, no solamente al dinamismo actual de la economía, y en ese sentido algunas propuestas de los candidatos de la Concertación y el Partido Comunista están elevando la incertidumbre y afectando la inversión”.

“La diferencial de crecimiento económico entre este Gobierno y el anterior son 2,5 puntos porcentuales que significan US$ 1.500 millones el primer año y que en un período acumulativo de cuatro años con ese diferencial representan US$ 16.400 millones. Eso es mucho más que lo que pretenden recaudar las propuestas de aumentos de impuestos”, enfatizó Felipe Larraín.

Además, el secretario de Estado informó que pese al contexto internacional adverso, con Europa en recesión por cinco trimestres consecutivos y Estados Unidos y Japón con débiles desempeños, Chile ha podido mantener el crecimiento de su economía que se ha traducido en la creación de más de 800 mil empleos durante el actual Gobierno y un aumento superior al 3% en las remuneraciones reales de los trabajadores.

Larraín concluyó que “Chile se está jugando la posibilidad de ser un país desarrollado, que es mucho más que un determinado nivel de PIB per cápita, sino que significa una mejora en el bienestar de los chilenos, que se refleja, por ejemplo, en los indicadores de salud, educación, alfabetización, acceso a servicios públicos. Cuidemos lo que hemos logrado y no caigamos en la trampa del ingreso medio que ha alejado a muchos países del desarrollo.”