Israel no quiere provocar una “escalada” militar con Siria, pero no permitirá la entrega de armas “estratégicas”, especialmente al movimiento chiita libanés Hezbolá, afirmó este jueves el ministro del Agua y la Energía, Sylvan Shalom.

“No hay necesidad de provocar una escalada, no hay motivo para recalentar el frente con Siria, este no fue nuestro objetivo y no lo será”, declaró Shalom a la radio pública.

Preguntado sobre el suministro de sistemas de defensa antiaérea del tipo S-300 a Siria, Shalom se mostró tranquilizador. “Desde hace años Siria dispone de armas estratégicas, el problema se plantearía si estas armas fueran susceptibles de caer en otras manos y ser utilizadas contra nosotros. En este caso, tendríamos que actuar”, añadió.

Por su parte, el presidente sirio Bashar al Asad reconoció implícitamente haber recibido el sofisticado sistema de misiles de defensa antiaérea S-300 ruso, en declaraciones difundidas este jueves por la televisión Al Manar, del Hezbolá, que esta noche difundirá la totalidad de la entrevista.

Al ser interrogado sobre la entrega de estos misiles, el mandatario contestó que “todos los acuerdos con Rusia se cumplirán y una parte ya se ha cumplido recientemente”.

Moscú justificó el martes su decisión de suministrar el sistema de defensa antiaérea al régimen de Siria como un factor de “disuasión” contra una intervención exterior, lo que provocó una airada reacción de Israel.

El miércoles, la radio pública israelí indicó que el jefe de gobierno, Benjamin Netanyahu, ordenó a sus ministros que no realicen declaraciones sobre Siria y la posible entrega de misiles rusos a este país.

Según la radio, la orden llegó tras declaraciones del ministro de Defensa, Moshe Yaalon, quien afirmó que Israel “sabrá qué hacer” si Rusia entrega sistemas de defensa antiaérea S-300 a Siria.

Los medios israelíes estimaron que Yaalon hizo alusión a nuevos bombardeos aéreos que Israel podría llevar a cabo, como ya hizo a principios de mes cerca de Damasco.