Un total de 231 damnificados, 3.000 viviendas con daños y poco mas de 11.000 clientes sin suministro eléctrico fue el balance final de la Oficina Nacional de Emergencias respecto del sistema frontal que afectó entre lunes y martes a la zona centro sur del país.

Si bien las cifras de las consecuencias del temporal son importantes, las autoridades de Gobierno señalaron que el país resistió de buena forma ante una cifra histórica de lluvias que, en el caso de Valparaíso, superó los 120 milímetros y en la Región Metropolitana más de 60.

El subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, adelantó que su cartera está invirtiendo 100 millones de dólares en medidas preventivas. Agregó que aún hay una deuda en esta materia pero las últimas obras a lo largo del país permitieron que este temporal tuviera menos consecuencias.

Lucas Palacios reconoció que algunos proyectos concesionados no respondieron de buena forma, por lo que ya se está trabajando con las empresas para dar soluciones concretas y a corto plazo.

También dentro de este balance se contempla la cifra histórica de indigentes albergados y que obligó al Ministerio de Desarrollo Social a establecer un plan de contingencia, medida que deberá mejorarse para los próximos días como lo indicó el ministro de la cartera, Joaquín Lavín.

La lluvia, la humedad y las eventuales bajas temperaturas encendieron las luces de emergencia del ministro de Salud, Jaime Mañalich, que anunció un refuerzo en el trabajo de consultorios, hospitales y albergues.

La Onemi indicó que si bien este temporal ya dejó el país, la Alerta Amarilla entre las regiones de Coquimbo y el Bío Bío se mantiene debido al ingreso de un nuevo frente de lluvia previsto para el próximo fin de semana, como lo explicó Jaime Leighton, del centro de pronóstico de la entidad.

Aún cuando se prevé que el sistema frontal será de menor intensidad, los efectos que dejó el temporal de principio de semana puede generar más de algún inconveniente en infraestructura vial o vivienda.