Una “cinta” o “lazo” oculto reveló la nueva imagen de nubes cósmicas en la constelación de Orión captada desde el desierto de Atacama.

Esto se pudo apreciar gracias a instrumentos adecuados para observar otras longitudes de onda de la luz. Lo anterior debido a que los granos de polvo estelar, de donde proviene el brillo anaranjado, bloquean la visibilidad de lo que hay dentro y fuera de las nubes cósmicas.

La imagen, captada por el telescopio APEX (Atacama Pathfinder Experiment) y operado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), es un fragmento de la Nube Molecular de Orión a unos 1.350 años luz de la Tierra, consigna ABC.

Con los datos recogidos, además de las imágenes captadas por el Telescopio Espacial Herschel, los astrónomos buscan estrellas en etapa temprana de formación -protoestrellas- en la región de Orión.

www.eso.org

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