Organizaciones sociales y sindicales marcharon este martes hasta la sede del gobierno de la ciudad de Buenos Aires para repudiar una represión policial en el predio de un hospital neuropsiquiátrico, que el viernes dejó 50 heridos entre médicos, enfermeros, pacientes y periodistas que cubrían el hecho.
Trabajadores estatales del área de la salud y educación, junto a las dos ramas de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), partidos de izquierda y agrupaciones afines al gobierno de Cristina Fernández se unieron en el reclamo de la “renuncia inmediata” del ministro de Justicia y Seguridad del gobierno de la ciudad, Guillermo Montenegro.
Los manifestantes denunciaron además al acalde de Buenos Aires, Mauricio Macri (derecha), por su responsabilidad en lo ocurrido en el predio del hospital neuropsiquiátrico Borda, gestionado por el municipio capitalino.
La represión que se prolongó durante horas y desplegó a unos 300 policías con escudos y armas largas se desató cuando trabajadores, médicos y enfermeras, apoyados por legisladores opositores a la alcaldía, intentaron impedir la demolición de una construcción utilizada como taller en la rehabilitación de los pacientes.
“Lo del viernes fue un espectáculo dantesco. Los que trabajan para la sanación de los pacientes fueron golpeados brutalmente. Ningún ciudadano de bien, piense lo que piense, puede aceptar esta barbarie”, advirtió el sindicalista Marcelo Frondizi.
Las entidades que nuclean a los trabajadores de prensa y reporteros gráficos de Buenos Aires (Utpba y Argra) repudiaron “la brutal represión” policial y exigieron en una rueda de prensa conjunta las renuncias de Montenegro y de la cúpula de la Policía Metropolitana, que depende de la alcaldía.
“Se trató de un ataque a la prensa y no de un error como dijeron las autoridades de la ciudad. Los documentos gráficos demuestran que se impidió el trabajo de la prensa”, dijo Raúl Ferrari, representante de Argra.
La alcaldía de la ciudad de Buenos Aires ordenó la demolición de las salas en un sector del predio hospitalario, donde se propone construir un centro cívico para trasladar la jefatura de gobierno y varios ministerios.
Tras los hechos, los legisladores de la oposición a la alcaldía interpelaron el sábado y reclamaron la renuncia del ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro.
“No voy a renunciar, solamente renuncio si Macri me lo pide y no lo hizo”, respondió Montenegro al asegurar que la policía “actuó amparada por la ley”.
El Borda, donde están internados unos 800 enfermos mentales, es gestionado por el municipio de Buenos Aires, cuyo alcalde reelecto en 2011 y posible presidenciable para 2015, está duramente enfrentado con el gobierno de Fernández.