Un camello que había sido regalado al presidente de Francia, François Hollande, para agradecerle que expulsó de Malí a extremistas islámicos, fue al parecer ingerido por la familia maliense que debía cuidarlo en Tombuctú, norte del país.

Responsables de defensa franceses dijeron haber sido informado de la triste suerte del camello, durante una visita a Malí el mes pasado.

La revista Valeurs Actuelles reportó esta semana que el ministro de Defensa informó al presidente francés de la suerte del animal, durante una reciente reunión ministerial.

El camello había sido ofrecido a Hollande el 3 de febrero, cuando visitó Tombuctú, después de que las fuerzas francesas expulsaron a los radicales islámicos.