El exgeneral y expresidente de Pakistán, Pervez Musharraf, confirmó este viernes que, después de cinco años en el exilio, el domingo volverá a su país, donde pesan sobre él varias órdenes de detención.

La justicia paquistaní abrió la vía a este retorno el viernes por la tarde al garantizar a Musharraf, que llegó al poder en 1999 tras un golpe de Estado y lo abandonó en el año 2008, que podría beneficiarse de una libertad bajo fianza a su llegada.

Musharraf se encuentra actualmente en Dubái, desde donde tiene previsto viajar en avión el domingo para aterrizar en Karachi, la megalópolis del sur de Pakistán.

“¡Volveré el domingo a Pakistán, (es seguro) al 200%!”, declaró.

“No habrá detención ni nada por el estilo. Ya había decidido volver fuera cual fuera la decisión (del tribunal de Karachi), y fue favorable”, añadió. “Volveré por tierra, aire o mar, aunque mi vida corra peligro, es el compromiso que adquirí con el país”.

Estos últimos años, Musharraf anunció en varias ocasiones su vuelta a Pakistán, pero luego daba marcha atrás por temor a ser detenido a su llegada.

El expresidente piensa participar en las elecciones generales del 11 de mayo, una votación histórica ya que el gobierno civil acaba de terminar una legislatura completa de cinco años, algo inédito en este país con una historia salpicada de golpes de Estado.

Musharraf abandonó el poder y el país en el año 2008 tras dimitir presionado, especialmente, por la justicia, que le acusó en tres casos: las muertes del líder independentista baluche Akbar Bugti en 2006 y la de la exprimera ministra Benazir Bhuto en 2007, así como el cese ilegal de jueces en 2007.

Estas tres órdenes de detención no le impiden ser candidato a las elecciones.

Su gestión de los asuntos civiles se cuestiona menos que la gestión realizada por el gobierno que le sucedió, considerado corrupto e ineficaz, pero su alianza con Washington después de 2001 sigue siendo muy criticada y le valió ser objeto de varios intentos de asesinato llevados a cabo por grupos islamistas.