Un frustrado retorno a clases tuvieron las hijas de los miembros de la directiva del Centro de Padres del Colegio Inmaculada Concepción, quienes no pudieron ingresar debido a la negativa de matrícula impuesta por el establecimiento.

De los miles de estudiantes que hoy martes entraron a clases, 4 se quedaron sin ingresar a su colegio, el Inmaculada Concepción, de la capital del Bío Bío.

Se trata de las hijas de los integrantes de la directiva del Centro de Padres, quienes se han visto enredados en una disputa con la sostenedora del recinto, con recursos legales de por medio, iniciados desde que se supo de la venta del edificio ubicado en Aníbal Pinto 340, negocio finalmente frustrado.

Mientras las compañeras ingresaban, ellas acompañaron a sus padres a una reunión con el nuevo director del colegio, donde se les dijo que se evaluará el caso, dejando todo para una cita prevista para las 5 de la tarde, frente a la cual Patricio Leal, secretario general del Centro de Padres, está optimista.

Aunque los tribunales ordenaron al colegio revertir la negativa de matrícula, la Inmaculada no cede, lo que variaría a cambio de tres exigencias: que los padres abandonen sus cargos directivos; que sean las madres de las niñas quienes oficien de apoderadas; y que retiren los recursos legales, a todo lo cual los directivos parecen dispuestos, según se desprende de lo dicho por el presidente del Centro de Padres y Apoderados, Miguel Palacios.

El otro apoderado en cuestión es Alejandro Grandón, quien tiene dos niñas en el recinto y en uno de esos casos, la Corte de Apelaciones decretó hoy martes orden de no innovar, esto es, que el colegio no impida la matrícula.

Mientras tanto, el director regional de la Superintendencia de Educación Escolar, Julio Yévenes, sostuvo que siguen atentos a la situación, en particular al desacato de la Inmaculada por la negativa de matrícula.

Cabe destacar que la multa puede llegar a los 40 millones de pesos.