Ante la discusión respecto del desempeño de la Universidad de Chile y su equipamiento en sismología, que se vio disminuido a 3 años del terremoto, el director regional de la Onemi Bío Bío planteó la necesidad de una una red de emergencia “pública”, que establezca alianzas con diversas casas de estudios.
Una defensa corporativa de la Oficina Nacional de Emergencias en el Bío Bío realizó el director del organismo, Gonzalo Arroyo, al momento de reiterar que la disminución de la red sismológica es de responsabilidad de la Universidad de Chile, plantel al que el Estado inyecta recursos para su funcionamiento.
Y es que la red de monitoreo telúrico registra 11 equipos menos que hace 3 años, cuando se desató la catástrofe, totalizando hoy 63 unidades.
Arroyo recalcó que su opinión se apega a lo estrictamente personal, pero la tuición de la red que mantiene la Universidad de Chile debiera transformarse en una estación pública alimentada por diversos planteles que mantienen experiencia en materias sismológicas.
El director regional dio cuenta del trabajo mancomunado en la zona con la Universidad de Concepción y sus departamentos especializados, que además mantienen colaboraciones internacionales para el monitoreo, con la instalación de GPS y otros dispositivos que perfectamente pueden alimentar de información, tal como lo hace la Universidad de Chile, a la oficina de emergencia para su desempeño.
La discusión surge luego del anuncio de la creación de la Agencia Nacional de Protección Civil que se basará en 3 pilares fundamentales: prevención, subsidiaridad e intersectorialidad.
Esta es la institución sucesora y continuadora legal de la actual Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) que se encargará de coordinar y ejecutar acciones bajo el proyecto de ley que crea el Consejo Nacional de Protección Civil, como instancia multisectorial responsable de asesorar al Ministro del Interior y Seguridad Pública en la elaboración de la Estrategia Nacional de Protección Civil.