Raquel Calderón es un personaje bastante conocido, principalmente, por ser hija de Raquel Argandoña y por las duras críticas que recibe en redes sociales cada vez que aparecen noticias de ella, ya sean por “videos prohibidos” o por sus acercamientos al mundo de la música.

El pasado jueves fue publicado el nuevo videoclip de la joven, el de su reciente canción ‘Walk Away’. Los comentarios fueron inmediatos y en unos minutos ya se podía leer todo tipo de “troleos” a Raquelita.

Sin embargo, ¿cuál es el gran problema con la nueva canción de la hija de Argandoña?

El nuevo single de Calderón, que es obra de Neven Ilic y Kevin Vásquez, demuestra un pop mucho más maduro al presentado por Raquel en ocasiones anteriores, utilizando armonías vocales dándole fuerza a la interpretación.

Por lo menos, en ‘Walk Away’ se nota un esfuerzo de los productores por hacer una canción más que pegajosa, musicalmente hablando, utilizando los sintetizadores y baterías digitales de buena manera.

La lírica de la nueva composición recrea, con una letra de fácil digestión, la ruptura sentimental de una mujer con su pareja, y lo bien que se siente con eso. Además, como ya se prevé en el título del tema, ‘Walk Away’ es un intento de canción bilingüe, ya que, parte del coro está en inglés, con frases de inglés básico, tales como “Need to go, need to go, walk away”.

Por algo que es conocida Raquel Calderón, es por la gravedad de su voz. Esto vuelve llamativo el cambio en el registro vocal en relación a este nuevo tema con canciones anteriores.

Uno de los puntos más bajos, sino el peor de la canción, es la utilización del ‘autotune’, el que durante la primera estrofa de la canción, transforma la voz de Calderón en una voz temblorosa, parecida a una carraspera.

Volviendo a la composición musical, Raquel Calderón acierta al interpretar una canción acorde al pop actual, el que incluso en Chile ha tenido un alza bastante importante, desintegrando las barreras entre éste y el rock, como es el caso de Javiera Mena, Gepe y Alex Andwandter. Claramente, guardando las proporciones entre estos y Calderón.

Por lo tanto, el “crimen musical” de Raquelita no está en la canción en sí, sino que en el camino de la música industrial, comercial, o como quiera ser llamada, volviendo la existencia de esta canción en un atentado en contra del arte.

Recordemos que la música es una rama del arte, el arte es la representación de un mundo, del mundo de cada artista. Pero ‘Kel’ Calderón ya nos ha presentado su mundo con anterioridad, mediante su poco exitoso reality o apariciones en el mundo de la farándula.

http://youtu.be/CQt8XnO3sWU

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