Durante la época estival los incendios forestales representan una de las principales preocupaciones de las autoridades, por el desastre y los daños medioambientales que estos provocan.

Sin embargo, también se transforman en trampas mortales para brigadistas y bomberos que trabajan en su combate, como el último de los mártires porteños, Gabriel Lara de la 4ta Compañía, quien debido a las graves quemaduras recibidas en el incendio del Cerro La Cruz falleció el 20 de enero de 2008, 6 días después de la tragedia.
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Tras la muerte de Gabriel, su madre Cecilia Espinoza intentó hacer efectivo el denominado seguro, que consiste en una renta vitalicia, pero de acuerdo a los organismos pertinentes, en este caso no corresponde el pago, puesto que la mujer no ha podido comprobar que vivía a expensas de su hijo, tal como lo indica la Ley.

Lo anterior como lo explicó a La Radio el Presidente de la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile, Miguel Reyes.

Sin embargo, Cecilia Espinoza argumenta que la Ley fue modificada antes de la muerte de su hijo, por lo tanto dice, si puede ser beneficiaria del seguro.

Respecto a la tragedia misma, y sobre las versiones que indican que Gabriel fue irresponsable al momento de actuar en ese incendio, Cecilia señala que culpar a un muerto es el camino más fácil y lo califica como un acto de cobardía, negando rotundamente esa posibilidad.

En Chile se registran 303 bomberos caídos en actos de servicio, 85 corresponden a la región de Valparaíso. De todas estas muertes, hasta el momento no hay ningún oficial que haya estado a cargo de una de estas emergencias, al que la justicia haya sindicado como responsable penalmente.

El actual Presidente de la Comisión Especial de Bomberos de la cámara de Diputados, Alberto Robles, consultado respecto al tema, dijo que en esa instancia nunca se ha abordado el problema y puso como ejemplo lo ocurrido con la Tragedia de Antuco, donde los responsables de una mal orden, pagaron con cárcel y penalmente ese actuar.

El Parlamentario dijo que la situación llevará a la comisión especial para ser analizado y establecer si es pertinente, algún tipo de regulación en torno a futuros casos que se produzcan.

Hector Andrade | Agencia UNO

Hector Andrade | Agencia UNO

Las leyes

Una de nuestras fuentes consultadas, quien nos pidió reserva de su nombre puesto que se trata de un conocido abogado nacional y además también bombero, nos indica que un proyecto para sancionar a Oficiales de Bomberos por accidentes de sus subordinados puede ser atractivo, pero puede hacerle un muy flaco favor a la Institución sentenció.

Una modificación de esta naturaleza, probablemente -dijo– puede abrir una “Caja de Pandora”, porque las responsabilidades, que deben existir, hay que construirlas a la luz de una normativa interna bomberil obligatoria estableciendo un marco previo, algo conocido por todos y, por ende, que se esté seguro desde antes sobre lo que el día de mañana será llamado a responder cada oficial.

Eso, hoy no ocurre, por lo que enfatizar la seguridad personal desde el mundo de los juicios no es conveniente – dice nuestra fuente. Allí es donde se puede provocar una crisis de mando en los Cuerpos, donde nadie asumirá un cargo sabiendo que la imprudencia de un voluntario podría llevarlo a la cárcel.

Investigando responsabilidades

Respecto a las investigaciones, hace una aclaración. Las muertes se investigan como cualquier fallecimiento, sin embargo otra cosa muy distinta es el tipo de responsabilidad que usualmente el sistema penal busca encontrar, que, la verdad, se limita a indagar el incendio intencional, pero sobre aspectos de diseños, estructuras, condiciones de seguridad o similares son muy pocas y, por lo general, ligadas sólo a grandes tragedias.

Dicho de otro modo, hay investigaciones, pero no se enfocan en el buscar responsabilidades internas en Bomberos por muerte de voluntarios; ello simplemente no está como pauta de trabajo. Sólo de esta perspectiva podría decirse que “no hay investigaciones” puntualizó.

Alex Diaz Diaz | Agencia UNO

Alex Diaz Diaz | Agencia UNO

En el mundo

A modo de ejemplo, en Alicante, España, se relevó de sus funciones a un sargento de bomberos que actuó como jefe del incendio de La Torre de les Maçanes , según confirmó el diario “Información”. “La medida se produjo después de las críticas suscitadas entre los efectivos de extinción por las trágicas consecuencias del fuego, de las que hacían responsable de manera indirecta a quien estaba como responsable de la situación en ese momento. El suceso produjo la muerte de dos personas por quemaduras, un paramédico y un bombero.

El año 2009 en Lleida en el incendio de Horta de Sant Joan, según consigna el diario “La Vanguardia”, a un año de la investigación “se detuvo a dos hombres de 24 y 27 años sindicados como los autores del gigantesco siniestro. Sin embargo la instrucción del caso siguió adelante en el juzgado de Gandesa a lo largo de casi dos años y terminó con la imputación final del jefe de guardia de los bomberos, por cinco presuntos delitos de homicidio imprudente y otro de lesiones. La investigación de la magistrada determino que el operativo de los bomberos para frenar el avance de las llamas a lo largo de casi tres días no fue efectivo y terminó con la muerte de los cinco bomberos atrapados en el bosque. El único responsable de las acusaciones de supuesta descoordinación y dejadez de funciones fue el jefe de bomberos.

Cristobal Escobar | Agencia UNO

Cristobal Escobar | Agencia UNO

Y un tercer ejemplo se relaciona con lo que plantea el Diputado Robles, en el sentido de que se debe investigar también responsabilidades de terceros. Esto ocurrió en un incendio en Estados Unidos, en el año 2011 y donde “El arquitecto que diseñó y estuvo a cargo de la construcción de una vivienda en Hollywood Hills donde un bombero perdió la vida el año pasado está tras las rejas acusado de un cargo de muerte involuntaria.

Investigadores del Departamento de Bomberos y Policía de Los Ángeles lo acusan de no acatar el código de construcción de la mansión, lo que habría provocado que el techo cayera sobre el equipo de extinción cobrando la vida del bombero Glenn Allen.

Es de esperar que a futuro la situación cambie, mejore, por el bien de los voluntarios, y de la misma comunidad, y que los errores operativos, la escasez de recursos, la falta de implementos de seguridad, no sean motivo para llorar nuevamente a un bombero, ni tampoco sean excusas para que en un funeral de noche, como lo dicta la tradición bomberil, se entierren junto al mártir, las responsabilidades de quienes tuvieron la obligación, moral de resguardar a sus voluntarios.